lunes, 24 de marzo de 2014

La Cacería

La depresión es como tener un depredador dentro de tu cabeza: Siempre al acecho, siempre observándote, estudiándote, esperando por el momento preciso para caer sobre ti con a velocidad del hierro y con la crueldad del hielo.
Habrán momentos donde no podrás verla, oírla, menos aún sospechar de su presencia. Llegarás a dudar siquiera que existió alguna vez. Pero es ahí, cuando bajas la guardia, que arremete sobre ti, atacando donde más frágil eres.
Lo peor de la depresión, es tener esa perversa certeza de que el depredador eres tu mismo, deseando verte arder hasta los sentimientos, hasta los cimientos.
Me dije que tú eras una persona por la que vale la pena luchar, que quería ser mejor para ti. Así que he decidido darle caza a esa fiera corrupta que soy yo mismo. Encontraré la sucia guarida desde la que me aterro, y me extirparé a mi mismo. Por ti, por mí, haré este duelo a muerte conmigo mismo, y saldré victorioso.
Pero ahora, ad portas del desenlace, ahora sólo quiero llorar.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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