sábado, 30 de enero de 2016

El Gran Teatro

Soy el único, digo, el uniquísimo hombre
Que no tiene miedo a aceptar que tiene miedo,
A aceptar mis errores, que no son pocos,
Quitándome la máscara cuando otros se le aferran.
Puedo recitar de memoria todos los mantras
Que repito en mi cabeza cuando estoy triste,
Exponiendo las espinas de mi mente púrpura,
A la vez que intento dialogar con títeres.
No exagero, el resto del mundo aparenta siempre
Confianza, seguridad, satisfacción y orgullo,
Y todos los adultos son actores, mentirosos.
Ellos no saben.
La vanidad es hueca.
La materia es hueca.
La falsa valentía es vana.

No piensen que me siento superior,
Porque estoy lleno de vacíos.
Soy una esponja, poroso,
Reteniendo líquidos
Espesos de rabia,
Injusticia social,
Ausencia de alma.
Y pesadez estomacal.
Nuestro mundo se consume
En la apariencia más populista.
Me niego a ser una marioneta más
De los poderosos, sudorosos, de siempre.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

viernes, 29 de enero de 2016

Evento Familiar

Luego de mirar microcosmos de mercurio y neón
Escondidos más allá de donde empiezan tus pupilas,
Él murmuró en tu oído promesas de amor eterno;
Tenías lágrimas rodando por tus mejillas.
Su beso fue fugaz e inesperado, luz que nace
De las entrañas de una pistola disparando en la oscuridad,
Presagiando algo siniestro tras el trueno asesino.
Tras la centella, perdiste el aire de los pulmones,
El plomo comprimiendo tu carne, huesos y alma.
Sonríe, relamiéndose una cicatriz en el labio superior,
El cañón de su arma humeante, sus manos esqueléticas,
La locura virulenta repiqueteando en lo negro de sus ojos.
Fuiste enterrada en su jardín trasero, junto a su esposa
Y junto a su hija, tu hermana, muertas ese mismo día.
Tu padre, delgado, pálido, extasiado de horror y sangre,
Te guardó para el final, dispuesto a disfrutar triunfante
Tu último llanto.
Y vaya que lo disfrutó.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

viernes, 1 de enero de 2016

Con mi Cama Basta y Sobra

No necesito mujeres
Que me amen y cuiden,
Con mi cama basta y sobra:
¿Para qué buscar abrazos,
Cuando tengo mis frazadas?
No me hacen falta besos,
Porque tengo los susurros 
Suaves de mi almohada.
Ya no quiero pechos ni pezones,
Ni sexo listo y ardiente,
Porque lo único que voy
A lamer y penetrar,
De ahora en adelante,
Serán mis sueños cuando duerma.
Con mi cama basta y sobra,
Ella me ama y yo la amo,
Nos fundimos en sensual lazo
Cada vez que me acuesto.
Por la mañana no quiero dejarla,
Por la mañana no quiero perderla,
Y estoy seguro que ella siente igual.
Mi colchón es cuanta aceptación quiero:
Se adapta a la forma de mi cuerpo,
No rechista, ni quiere cambiarme,
Me toma tal cual soy, me deja ser,
No espera de mí más de lo que doy.
Y yo no exijo más allá de lo que da.
Con mi cama basta y sobra,
Es mi futuro, presente y pasado,
No hay otra cosa en que piense de día,
No hay nada más que añore en la tarde.
Mi cama, ahora y siempre, será mi pasión.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano