sábado, 30 de enero de 2016

El Gran Teatro

Soy el único, digo, el uniquísimo hombre
Que no tiene miedo a aceptar que tiene miedo,
A aceptar mis errores, que no son pocos,
Quitándome la máscara cuando otros se le aferran.
Puedo recitar de memoria todos los mantras
Que repito en mi cabeza cuando estoy triste,
Exponiendo las espinas de mi mente púrpura,
A la vez que intento dialogar con títeres.
No exagero, el resto del mundo aparenta siempre
Confianza, seguridad, satisfacción y orgullo,
Y todos los adultos son actores, mentirosos.
Ellos no saben.
La vanidad es hueca.
La materia es hueca.
La falsa valentía es vana.

No piensen que me siento superior,
Porque estoy lleno de vacíos.
Soy una esponja, poroso,
Reteniendo líquidos
Espesos de rabia,
Injusticia social,
Ausencia de alma.
Y pesadez estomacal.
Nuestro mundo se consume
En la apariencia más populista.
Me niego a ser una marioneta más
De los poderosos, sudorosos, de siempre.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

No hay comentarios:

Publicar un comentario