martes, 30 de diciembre de 2014

Se acerca un fatídico día

El día en que me pregunten al comulgar si es que quiero agrandar mi hostia por doscientos pesos, habré perdido mi fe en todo lo que es sagrado, en los ritos y en las instituciones. Pero no perderé mi fe en la gente, nada más incorruptible que la consciencia misma, ni más eterno que el latir del corazón que está hecho de la carne más allá de toda carne.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Primera Región

Sombra blanca,
Horizonte sutil,
Historia fantasma.
Gentes de espejismo,
Piedras del sueño.
Este amor es de roca,
Es de sal,
Es de sangre,
Este amor cordillerano.
Este dolor a salitrera,
Tanto cielo vuelto caldera,
Y la luz un látigo de cuero.
Desierto ancho,
Norte hecho carne dura.

El oro blanco de la memoria de esta tierra,
Transmutado en la materia que se adosa
En las grietas del tiempo.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

lunes, 22 de diciembre de 2014

Ensombrecido

Me he dado cuenta de que no estoy listo para amar,
No puedo dar mi corazón y seguir respirando.
Doy todo sin esperar nada de vuelta en todo momento,
Y saber que nadie hace lo mismo me enrabia.

Me he dado cuenta de que estoy furioso,
Crispo el aire a mi alrededor mientras camino.
Me he cortado todas mis manos lentamente,
He cargado en mi espalda cuanta estaca me han puesto,
¡Y ya es suficiente!
Ya no tengo paciencia para nadie, ni para mi madre.

Me he dado cuenta de que tengo fiebre,
Derrito glaciares con el ardor de mi frente.
También he desarrollado cierta manía
Por hablar sobre constelaciones cuando algo me duele.
Estoy ardiendo en el rojo corazón de Escorpio,
Envuelto en llamas de furia y soledad.

Me he dado cuenta de que no estoy hecho para amar,
Rompo todo los lazos que formo con la gente.
Estoy destinado a ser aplastado por mis malas decisiones,
Y a sacrificar hasta el mismo cielo por un poco de comprensión.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Arena al Viento

Por la espada o el corazón,
Será el fin o será el amor.
Si un pasado que añorar,
O un recuerdo del que escapar,
No encuentro una salida convincente,
Todo es maldita ambigüedad.
Maldita ambigüedad, y ya.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Fearstruck

Fui golpeado por el miedo,
Perdí el equilibrio tras un alud,
Una avalancha de desesperanza,
Caí, sangré, y se rompieron mis sueños.
Es tan difícil subir la ladera de la vida,
Es tan sencillo tropezarse y morir.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

El final del tercer hermano

Un hombre, de cicatrices en el cuello y en el dorso de sus manos,
Se adentraba con paso firme a un edificio antiguo envuelto en llamas,
Mientras se quitaba su bufanda de lana negra, su chaqueta de cuero
Y su desgastado sombrero, que antes perteneciera a su abuelo.
Pese a las advertencias de carabineros, y a los esfuerzos de los bomberos
Por mantenerlo al margen del infierno desatado en esa noche invernal,
El hombre se deslizó como un espectro por entre brazos y barreras,
Lentamente, como si estuviera flotando entre el humo que lo rodeaba.

Ruidos, brasas ardientes, el estruendo de una viga muriendo por el fuego,
El hombre ignoraba el calor sofocante como se ignora el aire que se respira,
Y tras unos pocos pasos, pareciera que las fauces flamígeras se cerraban sobre él.
Quienes presenciaron la escena se horrorizaron de pensar a ese hombre calcinado,
Perdido bajo el peso terrible de la ardiente espada de la muerte.
Pasaron minutos, el fuego se expandía a otros edificios, y el hombre de las cicatrices,
Sonrisa en su rostro, salía del edificio con un niño en brazos, sin una sola quemadura.
Una luz dorada lo rodeaba, y esta parecía manar de sus ojos negros como el carbón.

El hombre había perdido a su amada en un incendio hace muchos años,
Tras lo cual él mismo se dijo que no podría perder nada después de esa tragedia,
Ganando con eso el secreto de la inmortalidad, o al menos eso quería creer.
Rodeado por la incredulidad y las lágrimas de quienes vieron su proeza,
Un torbellino de ceniza, movido por un viento gentil, envolvió su figura,
Tras lo cual, el hombre se desvaneció, dejando sólo sus zapatos ennegrecidos,
Su bufanda de lana, su chaqueta de cuero, su desgastado sombrero,
Y una joven vida marcada por su toque tibio y su mirada de ángel.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

sábado, 20 de diciembre de 2014

Canción para una vieja compañera

¿Qué soy para ti?
¿Acaso un juguete, quizás una broma?
¿Qué soy para ti?
Un triste recuerdo lejano en la historia.
Dime por qué
Me clavaste el silencio y rompiste mis cosas,
No entiendo bien
Por qué te has ido, ni quien soy a estas horas.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Alzo mi Cabeza

Quien sea prisionero hallará dentro suyo
La esencia misma de la vida y los sueños.
Si en el encierro y la opresión
No encuentra su flama ardiendo,
Si es que no hace suyas las palabras
Y sopla el nombre de las cosas en sus sueños,
Ese alguien puede darse por muerto en vida,
Un cadáver con luz en los ojos
Y calor en las mejillas.

Y yo, que he estado tras los barrotes de la tristeza,
He sentido la impotencia en la sangre
Y el deseo de ser un gran pájaro de fuego,
Puedo decir convencido, asegurarles,
Que estoy vivo, que tengo hambre de justicia,
Que estoy sediento de amor sincero entre los hombres,
Busco miradas de comprensión, chispas de humanidad,
Y anhelo sentir almas vibrando en cada ser vivo.

Les digo, estoy vivo.
Les repito, ¡estoy vivo!
Y por lo mismo, ¡no estoy conforme!
Ya no soy esclavo del silencio,
Ni ganado de los pastores.
Esos nuevos computadores,
Los astutos empresarios
Y las viejas animadversiones,
Nos están llenando la barriga
Y al matadero nos dirigen por montones.

Hay que dar media vuelta,
Escúchenme les pido,
Repitan conmigo:
¡Estoy vivo, y no estoy conforme!

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

domingo, 14 de diciembre de 2014

La Creatividad Después de la Almohada

Volver a escribir
Es tomar los sueños
Y ponerles alas de tinta,
Es empuñar los corazones
Y darles forma de reclamo.
Es como irse a dormir:
Apoyar la cabeza en la almohada
Y levitar en delicioso éxtasis.
Con el tiempo he aprendido
Que no hay espacio para el mar,
Menos aún para los hombres,
Si no se cultivan las letras
Entre siesta y siesta.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Quimera

Verano feroz, salvaje,
De soles blanquecinos,
Y un aroma a libélulas y tierra.
¿Con qué fiera me he encontrado?
Ese felino elemental, bestia y semidios,
Bosque centelleante de pelaje moteado,
¿Qué maravilla de río y garras es esta?
Con su sonrisa deleitante y misteriosa
De la que brotan los cuatro vientos del mundo
Como risa de plata desparramada.
¿Espíritu del agua?
¿Enviado de la imposible cordillera?
¿Mujer infinita, chamán de la espesura?
Si niña de la luna o jaguar de las alturas,
Eso no lo sé.
Pero por encima de su fragancia a lluvia,
Pude oler la magia de antigüedad
Que desprende su cola de relámpagos.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

viernes, 12 de diciembre de 2014

Otro Poema sin Título

La gente no dimensiona
Todo lo que llevo adentro,
No saben del hielo en mis manos,
Ni del fuego ardiendo en mi centro.

Siempre ha sido esto así,
Porque nunca he abierto mi boca.
Con suerte hago crujir mis dedos
Cuando el dolor me supera y me aloca.

Me voy para abajo,
Me hundo en la muerte,
Y no hay quien me acompañe,
Ni me abrace muy fuerte.

Todo silencio mío es duelo,
Denlo por hecho en todo momento,
Y si una sombra se posa en mis ojos
Es que acabé con mis sentimientos.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Personas Pasajeras y Sensaciones Desbocadas

Ella llegó a su casa en silencio.
Había sido un día agotador, largo,
Los pies le dolían, el alma le colgaba hecha jirones.
Se abalanzó sobre su cama deshecha
(No tuvo tiempo en la mañana para estirarla)
Y se hizo un bulto, abrazando sus rodillas.

Fue así, recostada, que llegó a la triste conclusión
De que su vida era como un comercial francés de perfume:
Una sucesión de imágenes a gran velocidad,
Decoloradas para obtener mayor dramatismo,
En donde no hay ni sentido ni razón,
Sólo personas pasajeras y sensaciones desbocadas 
Que movilizan en el inconsciente deseos de comprar,
Frustración, desprecio y desagrado por los malos olores.

Tenía el nombre de Carolina Herrera resonando en sus entrañas,
Y pensar en Paco Rabanne le causó nauseas desagradables.
¿Qué había sido de esos hombres que amó?
Se evaporaron con el tiempo, sus aromas vueltos vacío en su memoria.
Sólo la certeza de que algo no encajaba era todo cuanto quedaba
En los rincones de su enmarañado corazón.

"Franceses de mierda",
Fue lo único que pudo mascullar
Antes de quedarse dormida
Entre sollozos y desvaríos varios.

Fue así, entre humo de sueños y lágrimas,
Que vio barcos de papel alejándose de ella,
Rumbo a quien sabe qué mundos de papel.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

sábado, 6 de diciembre de 2014

+6 Agilidad

Quiebro
Corro
Vuelo
Alto
Más alto
Caigo
Giro
Sobre mí mismo
Me detengo

Respiro
Oigo
Esquivo
Salto
Doblo
Me agacho
Corro

Corro
No pienso
Instintos
Reflejos
Destreza
Me hundo
Fluyo
Soy agua

Torrente
Catarata
Desemboco
Y mi golpe
Como el rayo
Inesperado
Tajante
Desata la muerte

Autor: Felipe Guzmán

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Conversación Inteligente / Disociación Enferma

-El otro día el perro volvió a vomitar en la alfombra.
-Tengo ganas de comprar un celular nuevo, el mío está viejo.

-Limpiando esa mancha de bilis recordé tu nombre.
-También quiero ponerme implantes de silicona.

-Me di cuenta entonces de que te amo.
-Así llamaré la atención de los hombres en la calle y en el colectivo.

-Sé que no me estás escuchando, y me gustaría salir en bicicleta a la costa.
-Me excita que me miren lascivamente, especialmente cuando ojean mis nalgas.

-Ojalá el sol se hundiera en el mar como una cuchara en la sopa.
-Necesito sentarme, hace mucho calor.

-Salió una nueva película en el cine, ¿vamos a quemarlo?
-¿Me hacen ver gorda este par de lentes?

-Tus palabras te hacen ver gorda.
-Gracias, siempre sabes qué decir para hacerme sentir linda.

-Como te decía, necesito iniciar un incendio, ¿me acompañas o no?
-Iré contigo a la luna, ida y vuelta si es necesario, pero dame un beso primero.

-¿Sabes donde dejé la parafina?
-Un buen beso a baja gravedad es lo que me falta.

-Acabo de darme cuenta de que perdí mis fósforos.
-¡Si te estoy escuchando! Es mala idea salir con este clima, te puedes desmayar.

-Te comiste mi encendedor de nuevo, ¿o no Matilde?
-Jorge, no digas tonterías, nadie podría ser capaz de soportar a mi hermana.

-¿Tengo que abrirte a tajos para que me digas?
-Hazlo, te estoy esperando. El cuchillo está sobre el velador, y mis piernas están tan abiertas como ida mi cordura. No te amo, eres un bruto desagradable incapaz de alejar los dedos de su nariz. Ven y acaba conmigo, puedes masturbarte con mi pelo o acariciar mis rodillas con el dorso de tu mano, pero hazme sentir sucia y luego mátame, para acabar con todo esto.

-Acabo de encontrar mi encendedor, estaba en mi bolsillo. Luces tan adorable como siempre y tus ojos siguen siendo los mismos.
-También te quiero Jorge, ¿por qué no nos casamos?

-Porque ya estamos casados, nuestros hijos están muertos, y yo me voy a suicidar mañana sin falta.
-Ah, cierto, lo había olvidado. Lástima, hubiera sido bonita una boda a estas alturas del año.

-Adiós Matilde.
-Cómo te decía, un celular es lo que me hace falta. ¿Me comprarías uno?


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Cambiando el Destino

Desperté al fin del letargo,
Rompí las cadenas del sueño.
Descubrí los errores con que cargo,
Y aprendí a ser mi propio dueño.
Decidí tomar el camino largo
Entre el norte infinito y mi ceño.
Así podré repartir mis encargos
Y dar nueva vida a los leños.

A salera de adargo
Es pimienta lo hueño.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano