martes, 30 de junio de 2015

Conjeturas de Obviedad

Fue difícil leer entre lineas y triangular la mismidad de las cosas,
Pero al final resultó ser que cada pieza sí tenía su lugar.
Las cañerías rotas, la demolición de edificios antiguos,
El intercambio de dientes por monedas bajo la almohada.
La infalibilidad del martillear de un vecino temprano en la mañana.
La lluvia, los truenos, la contaminación de nuestros ríos,
La posición exacta en que los perros defecan, las muecas,
La cacería de ballenas, el amor, los sueños rotos, las pequeñas alegrías.
Sorprendemente, la tristeza también tiene su lugar,
Bien asentada en mi espíritu inmortal está.
Luego de mucho pensarlo, descubrí también su propósito:
Secretamente, sirve para estar triste, llorar, y maldecir.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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