viernes, 5 de junio de 2015

Horror

Manzanas de la muerte,
Frutos del veneno mismo.
Patadas en el vientre,
Fetos que enfrentan abismos.

El bramido de los toros
Que resuena en mis entrañas
Se transforma en grito sordo,
Sin descanso, mil batallas.

Si hachazos de acidez
O mazazos de penuria,
Yo no entiendo su revés,
Ni sus estocadas de furia.

¿De qué me han servido
Mis incesantes pasiones?
Seguramente para nada.
Seguramente para nada.

¿De qué me han salvado
Mis lastimeras canciones?
Absolutamente de nada.
Simplemente de nada.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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