Ay, que te lamentas del camino largo ante nosotros,
Ansías presurosa llegar a tu destino soñado.
Yo te digo, amiga mía, que el sendero es grato,
Y tu compañía un regalo de plata y flores.
He visto tu rostro brillar con la fuerza del otoño,
Y en tu voz reconozco una frescura imposible.
Haces que me mane agua de estrella en abundancia,
Brisas mi corazón con las maravillas del silencio,
Con la magia de tus trazos, la delicadeza de tus ojos.
Quiero cantarle al cielo y a las nubes del frío
Que eres tanto luz de la mañana como la primera hora de oscuridad.
Eres hogar de mis tristezas y alegrías,
Guardiana de todas mis espadas y acordeones.
Pálida, en tu callar hay más decir que en todo el saber humano.
Y sin embargo te sabes triste y mísera en tu andar,
Indefensa ante bestias y a merced de los elementos.
Pero no olvides nunca, amada compañera, que no estás sola.
Te atraviesan como a mi estacas de hielo negro,
Tus tempestades del alma las comparto,
Yo cabalgo junto a ti bajo esta lluvia también.
Te acompaño rumbo al sol,
Te guiaré cuando el mar nos sepulte,
Y te seguiré cuando descubras esa decisión que tienes dormida.
Tenemos tiempo para aprender a caminar nuestras vidas,
Y quiero hacer de este un viaje inolvidable contigo.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
La Vida Nace de Mí ~ Es un proyecto que recolecta las creaciones artísticas y reflexiones del poeta chileno Felipe Guzmán Bejarano, y que cuenta con las colaboraciones ocasionales de sus amistades. Las emociones y su profundidad infinita son un universo por descubrir, y el autor invita a sus lectores a embarcarse en la aventura, a veces deleitante, otras tantas terrorífica, de conocer el contenido del propio corazón.
martes, 26 de mayo de 2015
viernes, 15 de mayo de 2015
Conjunto de Sandeces de Inspiración Hare Krsna
El sueño purifica lo que en la vigilia se contamina,
Reparando los dolores, significando los sinsentidos,
Forjando historias al revolver de revés la consciencia.
Dormir es acto devocional de adoración al Yajña-Pati:
Todo occidental cree que perder horas sin trabajarlas
Es un sacrificio en pos del cuidado del cuerpo material.
Si tomamos lo anterior como cierto, o como poco falso,
Podríamos llegar a razonar que este sacrificio voluntario,
Si es hecho como un acto de servicio con consciencia de Krsna,
Le agrada y le satisface, lo que nos liberará del karma
Y otorgará la verdadera felicidad a nuestra alma inmortal.
Ergo, dormir nos da posibilidad de trascender como Gudakesa,
Y soñar es regresar con Sri-Sri-Sri-Sri-Sri-Visnu.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
Reparando los dolores, significando los sinsentidos,
Forjando historias al revolver de revés la consciencia.
Dormir es acto devocional de adoración al Yajña-Pati:
Todo occidental cree que perder horas sin trabajarlas
Es un sacrificio en pos del cuidado del cuerpo material.
Si tomamos lo anterior como cierto, o como poco falso,
Podríamos llegar a razonar que este sacrificio voluntario,
Si es hecho como un acto de servicio con consciencia de Krsna,
Le agrada y le satisface, lo que nos liberará del karma
Y otorgará la verdadera felicidad a nuestra alma inmortal.
Ergo, dormir nos da posibilidad de trascender como Gudakesa,
Y soñar es regresar con Sri-Sri-Sri-Sri-Sri-Visnu.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
La Sexta Bestia
La araña de la angustia que pende sobre mi cabeza
Desde su tela de aterradora acróbata me espanta,
Sus terribles patas infinitas, sus cuchillas heladas,
Su saco de veneno que esparce por mi garganta.
No puedo escapármele, sus ojos están en todas partes,
Observándome desde rincones imposibles,
Susurrando con su lengua plateada maldiciones
Que me parten la voluntad y derraman mis pensamientos.
Su mordedura fría como el hielo y larga como el silencio,
Deja marcas de fuego que no me dejarán aun después
De que logre darle muerte a esta sombra del infierno.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
Desde su tela de aterradora acróbata me espanta,
Sus terribles patas infinitas, sus cuchillas heladas,
Su saco de veneno que esparce por mi garganta.
No puedo escapármele, sus ojos están en todas partes,
Observándome desde rincones imposibles,
Susurrando con su lengua plateada maldiciones
Que me parten la voluntad y derraman mis pensamientos.
Su mordedura fría como el hielo y larga como el silencio,
Deja marcas de fuego que no me dejarán aun después
De que logre darle muerte a esta sombra del infierno.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
martes, 12 de mayo de 2015
Fogata
Crujir y chisporrotear,
Madera del sur y fuego.
La vida no es más que
Crujir y chisporrotear
En una fogata enorme,
En la noche del tiempo.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
Madera del sur y fuego.
La vida no es más que
Crujir y chisporrotear
En una fogata enorme,
En la noche del tiempo.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
Responsabilidades
Sueltas las bestias negras del desierto,
Con sus bofetadas de arena y alaridos
Me atacan sin darme respiro ni descanso.
Son los perros furiosos del asfalto,
Que derraman sangre de sus hozicos romos,
Y derriten con sus ojos de acero los míos.
Los verdugos me acechan tras las esquinas,
Me miran desde dentro de mis espejos,
Saben mis rutinas y atacan cuando me duermo.
No me dejan pegar ojo,
Me tienen corriendo de un lado para otro,
Porque les tengo un pavor inmenso,
Pero más aún porque me inyectan sistemáticamente
Una manía y celeridad mental de la que no hay cura.
Termino cada día echando espuma por la boca,
Encorvado en el suelo, espasmódico,
Y preguntándome cuánto tiempo me faltará
Para convertirme en uno más de ellos.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
Con sus bofetadas de arena y alaridos
Me atacan sin darme respiro ni descanso.
Son los perros furiosos del asfalto,
Que derraman sangre de sus hozicos romos,
Y derriten con sus ojos de acero los míos.
Los verdugos me acechan tras las esquinas,
Me miran desde dentro de mis espejos,
Saben mis rutinas y atacan cuando me duermo.
No me dejan pegar ojo,
Me tienen corriendo de un lado para otro,
Porque les tengo un pavor inmenso,
Pero más aún porque me inyectan sistemáticamente
Una manía y celeridad mental de la que no hay cura.
Termino cada día echando espuma por la boca,
Encorvado en el suelo, espasmódico,
Y preguntándome cuánto tiempo me faltará
Para convertirme en uno más de ellos.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
sábado, 2 de mayo de 2015
Yo estaba destinado a no ser, Tú estabas destinada a desaparecer
Sé bien que te estás yendo,
Más lejos de lo que mi mente entiende,
Cruzando océanos insalvables,
Más allá del horizonte.
Pero no te marchas físicamente,
No en este tiempo ni este espacio,
Estás cerrando el corazón,
Prohibiéndome la entrada.
Los obsequios que te he dado
Ya no necesitas, ni quieres guardar,
Sólo los dejarás junto a la puerta.
Sólo los dejarás junto a la puerta.
Te estás yendo, me doy cuenta
De que lo haces lentamente,
Como suspirando exhausta,
Estás sacándote mi aroma del recuerdo,
Estás sacándote mi aroma del recuerdo,
Desbaratando lo que quisimos construir
Pero nunca supimos concretar.
Te vas y yo tengo la certeza
De que no soportaste mi carácter voluble,
Mis artimañas de perro melancólico,
Ni mi afán de coleccionar heridas.
Sé bien que te estás yendo,
Y fui yo quien dijo adiós primero.
Tienes que entender, tuve que rendirme
Ante mi propio cansancio y hastío:
El mundo me sabe a poco, y yo mismo estoy vacío.
Nunca te quise como un adulto lo haría,
Déjame al menos dejar de hacerlo con madurez.
Será mejor que te alejes sin mirar atrás,
Corta el lazo implícito entre nosotros,
Que el silencio se encargue del trabajo sucio.
Yo por mi parte volveré a escribir,
Volveré a dormir por las noches,
Lloraré lo que deba, soñaré lo que pueda,
Y mataré lo que quiera.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
Sobre las Pérdidas
Es curioso como uno se entrelaza
Con otras personas a lo largo de su vida,
Personas con las cuales puedes llegar a soñar,
A desear un mañana y esperar sus llamadas.
Deja de ser curioso, y se vuelve doloroso,
Cuando miras hacia atrás, buscando consuelo,
Y lo único que tienes a tu espalda son cicatrices,
Marcas de soledad que el tiempo no borra ni sana.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
Con otras personas a lo largo de su vida,
Personas con las cuales puedes llegar a soñar,
A desear un mañana y esperar sus llamadas.
Deja de ser curioso, y se vuelve doloroso,
Cuando miras hacia atrás, buscando consuelo,
Y lo único que tienes a tu espalda son cicatrices,
Marcas de soledad que el tiempo no borra ni sana.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
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