sábado, 29 de diciembre de 2012

Imagen Surrealista

Y así, pensando solamente en tus labios, hice promesas tan rápido como las deshacía, buscando que esa sonrisa tuya se asomase por última vez. A tu paso la naturaleza nació y murió bajo el capricho de tus emociones fugaces y alocadas. El agua se detuvo a escucharte, el viento se agitó al transportar tu aroma dulce y fragante. El hielo desapareció por un instante, esperando en éxtasis tus palabras. Las calles y las farolas comenzaron a brillar y los letreros apagaron sus luces rojas de neón. Del cielo llovió fuego y de mi corazón brotó una melodía nocturna. Nuestros ojos relampaguearon, azules los tuyos, llenos de tristeza los míos. Bajo esas nubes de cristal la hora del adiós parecía una imagen surrealista, con relojes líquidos y enormes trapecios del color de esta tarde eterna. Bajo ese abrigo gris pude sentir tu piel estremecerse, como queriendo elevarse fuera de la estación de tren, lejos de la ciudad, por sobre el horizonte de invierno, en donde sería destrozada por el frío y la soledad hasta convertirse en las estrellas del ayer. Pero no dijiste nada, me miraste desesperanzada, me miraste y nada más me miraste. Las puertas se cerraron, no pude verte, el tren partió lejos, y el sonido de las ruedas chocando contra los rieles ahogó los gritos en mi mente.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

martes, 11 de diciembre de 2012

Autorretrato

Una silueta imperceptible, una figura alta e irreconocible.
Quienes no me conocen creen en mi eterna sonrisa blanca.
La verdad, es que me río con alegría para que nadie preste atención a mis ojos negros y su tristeza crónica.
Mi figura no proyecta sombra, mis ojos no irradian luz.
Tengo las piernas firmes en el suelo, las rodillas quebradas y la espalda aplastada por ilusiones rotas,
Pero al caminar nadie escucha mis pasos.
Los brazos me cuelgan con un duro silencio, y los hombros se tensan con los ruidos de la ciudad.
Mi pecho es del color del mar, mis manos son hijas del viento.
Mi alma es libre prisionera, mi piel está agrietada.
De la nariz me gotea sangre ajena.
Si me vieras por primera vez, pensarías en mí como quien piensa en la lluvia.
Si me vieras por última vez, respirarías aliviada.
Si me vieras, Je ne sais pas, Mademoiselle.
Si je vais vivre pour la première fois,
Si je vais sombrer dans les profondeurs.
Hablo en muchos idiomas para verbergen meine Angst.
Con eso I can escape from myself when it's dark.
Si tu pudieras vedermi di nuovo, si vede che sono cresciuto.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Muerte en las Torres - Parte 2 y Final


El eterno aullido de una sirena, con sus altibajos ritmos penetro en mis oídos, en mi mente perduraba el eléctrico zumbido característico del sector de las torres. La sirena se sincronizo con el aullido incesante del nonato, tornándose así en una infernal sinfonía que se marcaba como agujas en mis tímpanos, siento la cercanía del carro policial, las vecinas comienzan a abrir las cortinas, mi silueta se remarca en el pavimento, quieto, inmóvil, ensordecido. Siento la inestabilidad de mi cuerpo, mi equilibrio torna nulo y caigo de rodillas.
-¿Porque no dejas de llorar?
- ¡Cállate!
De el vientre del cadáver de esa prostituta surge el incesante llanto intrauterino de aquel feto agonizante que lleno de ira me insulta de maneras inefables.
La sirena se siente cada vez más cercana, implorando justicia ante el crimen que he cometido, cierro los ojos y siento los golpes eléctricos que me deparan una vez que se dictamine mi condena. Un intenso dolor en las cienes, llego a la conclusión de que es a causa del acoplado sonido penetrante que me ha sometido durante lo que para mi ha sido una eternidad.
No lo soporto más. A mi costado visualizo al único testigo de mi cruento actuar, un hombre yace inconsciente en la vereda, perdido ante el abrazo de Dionisio, junto a el una tumbada botella de vino barato completamente vacía.
Extiendo mi mano.
Llegó la policía.
Tomo la botella.
El carro policial abre la puerta, desciende un oficial armado, quien siguiere me quede quieto.
En mi mente, el eterno llanto del nonato junto a aquel zumbido eléctrico. Desesperado golpeo la botella contra el pavimento, y aferrado firmemente al cuello de esta, tal como lo estuve al cuello de la mujer que ahora yace muerta a mis pies. Clavo aquella botella en mi oreja.
Sordo, desorientado, caigo desmayado mientras mi oído derecho sangra privándome de aquel llanto infernal. Se que en unas horas más estaré muerto, sucumbiré desangrado en la camilla de una ambulancia, para luego enfrentarme a quien con sus gritos me impulso a la muerte, clamando justicia por haberle privado la vida.
Fin.
Autor: Fernando Hormazabal B.

martes, 27 de noviembre de 2012

Sombra

Eso eres tú, la noche más fría, el corazón más roto, la mirada más triste. Tu llevas esa sombra otoñal a donde quiera que vayas, tu llevas la muerte y la sed. Me trajiste un millar de silencios en un mar de disculpas, me envolviste con perlas incendiarias y no supe qué responderte. Si sellar tus labios blancos con un beso, si correr y perderme en esta ciudad, si soñar en imposibles. Si, soñé en imposibles y callé. Quizás con eso hice bien, quizás con eso y nada más.

Autor: Felipe Guzmán B.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Sin Sentido

Hoy desgarré mis credos con palabras torcidas,
Rompí el silencio de la noche con veneno de mi alma.
Hoy grité suavemente toda mi ira,
Pero no dije nada en realidad.
Y me pregunto.
¿Qué es la amistad, si no es más que una ilusión?
¿Qué es la soledad, si no es más que nuestro estado más natural?
La felicidad es ficticia, una esperanza sin fundamento.
Ya abandoné a mis Dioses,
Ya te abandoné, amiga mía.
Te perdí sin desearlo,
Pero me alivia no verte,
Me calmó tu muerte injusta.
¿Qué tanto puede odiarse un hombre a sí mismo?
¿Es posible la autodestrucción?
¿Es un sueño nuestra vida?
No hay nada más real que el dolor,
Pero si lo real es el sufrimiento,
Y la angustia es mi condición,
¿Qué sentido tiene vivir?
¿Qué sentido tiene odiarte?
¿Para qué pensar en ti?
¡Mierda!
¿De qué me sirve soñar, si moriré de todas formas?
¡No! ¡Jamás!
¡De ninguna forma!
Solo vete.
Tu sombra me quema el pensamiento.
Mis lágrimas me pudren la piel.
La vida es demasiado triste.
La vida es demasiado amarga.
Y la luna está demasiado lejana,
Como para prometértela.

Autor: Felipe Guzmán B.

Muerte en las Torres - Parte 1

El enceguecedor resplandor del asfalto ante aquel foco nocturno perturbaba mi mirar. Esa joven prostituta yacía muerta en el piso mientras regaba con su sangre la calle, la cual se coagulaba ante el sofocante calor, esta escena dantesca era espectáculo glorioso para la morbosidad de las moscas que invadían el cadáver. 
En mis oídos truena el zumbido metálico del volta
je del sector de las torres de alta tensión. En mi mente un enjambre de abejas furiosas me invitan cordialmente a incorporarme en la seguridad de la demencia.

-Esto fue su culpa!

Sucumbo en sollozos ante su mirada vacía. El fenómeno post-mortem pesa angustioso en mi pecho, mientras el de ella yace inmóvil, luego de que su aliento pereciera ante el fatal abrazo de mis manos celosas.
Un ultimo beso previo al fatídico acontecimiento, ahora solo en mis labios permanece el sabor ácido que obtuvo tu lengua luego de años de cigarrillos baratos.
Tus ojos se llenaron del humo del tabaco sometido a la combustión. Ironías de la asfixia, mientras en mis oídos aquel zumbido infernal se manifestaba como profecía a mi fatal destino; promesas de electro-shock o justicia de sillas eléctricas. Mientras tu yaces muerta bajo aquellas torres de alta tensión que cargan con la justicia que caerá sobre mi cuerpo condenado.
Que en paz descanse y me otorgue su perdón aquella semilla de vuestro vientre, a quien osaste llamar hijo mio, sin escatimar el juicio de aquel dedo acusador y conyugal sobre la vida de estos dos amantes.
Los gritos sofocados de aquel nonato rompen mis tímpanos al grado que emito al cielo un aullido de dolor. Aquel llanto intrauterino no cesa jamas, al contrario se alza tornando cada vez mas ensordecedor.

Me invade el pánico ante esta invitación al testigo del espectáculo propio de mi miseria. 





FIN DE LA PRIMERA PARTE

Autor: Fernando Hormazabal B.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Rojo

Asco
Miles de mentes dopadas 
Se persignan ante un símbolo comunista
Discurso popular
Acontextuado
Caucasicos bajo marihuana
Fumando el manifiesto de Marx
Una mujer joven 
Llora de emoción
Ante un discurso de Allende
Su entrepierna empapada de placer
Seca el sudor de su frente
Con un dolar
Que devuelve a su billetera 
A manos de un artesano
Guardada en unos Levi's
De su cuello cuelga un cristo suicida
Que en un movimiento pendular 
Se pierde entre sus pechos salados
Huele a perfume
Cristo y Ruiz de la Praga
Incapaz de ocultar
Un par de pezones erectos

Autor: Fernando Hormazabal B.

lunes, 29 de octubre de 2012

Oyasumi Punpun

"... pero la primavera definitivamente vendría. No existe algo así como un invierno interminable. Punpun pensó para sí que si hoy había sido un día duro, él estaba seguro de que un mañana lleno de alegría lo estaría esperando. Si no mañana, entonces la próxima semana. Si no la próxima semana, entonces el próximo mes. Si no el próximo mes, entonces el próximo año. Pero los tiempos felices seguro que vendrían de nuevo... Eso es lo que quería creer."


Continúa...

jueves, 25 de octubre de 2012

Recolección del Dolor 4


¿Dónde quedo yo cuando se rompe el paradigma? ¿Era una prueba? ¿Un experimento? ¿Dónde quedé yo cuando terminó todo? Me pregunto. Me pregunto si será en tus sueños. Me pregunto si será en tus ojos. Era como la palabra que sale de tu boca, que queda en el recuerdo para siempre, por ser palabra y vida, pero abandona el cuerpo a penas el nuevo aire roza tus labios. Quizás me convertí en tiempo, la pausa en el momento que quedaba cuando me mirabas, la tensión irrompible de un alma embellecida, el segundo en que tu te preguntabas si era de verdad y yo me preguntaba si sería para siempre. Quizás en verdad fue el suspiro, no más palabra sino corriente, que emana del cuerpo exaltado, emoción que abandona las caricias y se convierte en viva memoria de la intimidad ¿Dónde quedo yo? Sin encontrarme contigo en el espacio, pero siempre amarrado a tu espíritu en el tiempo. Memorias, memorias y más memorias. ¿Fotografías? Daguerrotipos de toda una vida, lo que fue y lo que pudo ser, quizás en otro tiempo.

martes, 16 de octubre de 2012

Llueve Otra Vez

Camino por las calles atestadas de tabaco, ruido y gente, mientras me encierro en mí mismo con un par de audífonos blancos. Con la mochila en la espalda, avanzo con frío en dirección al metro mientras me fundo con los desconocidos que, conmigo, van de vuelta a sus hogares. Doblo la esquina junto a una ferretería, y un viento helado me golpea con fuerza. Me coloco el gorro de mi chaqueta y lo afirmo con mi mano enguantada. Algunas personas a mi alrededor levantan los hombros, acurrucando sus cabezas para que no se les enfríe el cuello, mientras que otras se colocan firmemente sus bufandas, algunas de colores, aferrándose con pavor a su tejido liviano y abrigador.

Caminamos todos, como las piezas de una mecanismo perfecto e insensible, pero soy el primero y el único en verlo. Nadie se ha dado cuenta, o quizás no quieren darse cuenta, pero apoyado contra una pared hay un hombre con una barba inmensa, sucia y canosa, con la ropa raída por el sol y la soledad, con la cara surcada por el hambre y el polvo, con la mano sujetando débilmente un tacho ennegrecido, mientras se sienta sobre un colchón, con la mirada perdida en el público que lo ignora, con la esperanza desparramada en ese rincón suyo, por el que nadie camina y al que nadie se acerca. El mundo entero le tiene asco, todos se avergüenzan de él, todos lo ignoran cuando ruega, por Dios, una moneda para comer, una mone'ita pa' comer, una moneda que es una señal de bondad que el mundo prefiere no dar.
Me detengo con el corazón encogido y el alma en llanto. He visto a gente en la calle cientos de veces antes, pero, a diferencia del resto de los Santiaguinos, no he podido acostumbrarme a su presencia dolorosa. Yo pienso que cuando nadie te escucha y cuando todos fingen no verte, es como si no existieras, es como estar muerto. Da lo mismo qué tan solo te sientas, da lo mismo cuántos sueños tengas en tu mente, da lo mismo a cuántas mujeres hayas amado ni a cuántos amigos les hayas sonreído, para el mundo tu ya no sirves, tu ya no vives, tu ya no estás. Cada vez que me cruzo con alguien así, no me atrevo a sostenerle la mirada, me siento tan estúpido, me siento tan pequeño, me siento desvalido ante su desamparo. Un día, el se irá, y nadie llorará su muerte, nadie lo sentirá en falta. Pero yo me prometí, hace años atrás, recordarlo a él, y a tantos otros que hoy no están.

Reviso en mis bolsillos, busco desesperadamente por monedas que darle, pero no encuentro. Sin lamentarme abro mi billetera y saco un billete de mil pesos, el único que me queda. Me acerco en silencio ante él, y con toda la lástima y sencillez que puedo le paso el papel. Incrédulo me mira, y me da las gracias con profundidad en la voz. Yo le digo secamente que se cuide mucho y reanudo mi camino, pero por dentro voy rogándole a Dios como un pordiosero que lo proteja, que lo cuide del frío, que lo salve del hambre, que lo perdone del olvido al que lo hemos confinado todos. Mientras bajo por las escaleras del metro y me vuelvo nuevamente uno más entre tanto hombre y mujer que llenan la estación, me prometo que en el futuro, cuando tenga un trabajo y una casa, acogeré a todas las personas que encuentre en la miseria. Les invitaré con el cariño que no he sabido dar hasta ahora a tomar una ducha caliente, les regalaré ropa, les daré un plato de comida humeante y apetitoso, los trataré como las personas que son, hablaré con ellos, y les daré dinero, dándoles la segunda oportunidad que el mundo les ha negado.
Había llovido la noche anterior, había hecho un frío de muerte y de olvido. 
Salgo de nuevo a la superficie, la tristeza de sus ojos en mis ojos. Las primeras gotas caen del cielo, y no he podido olvidarlo. 
Llueve otra vez, y Santiago se enluta con el sol que se marcha.

Autor: Felipe Guzmán B.

lunes, 8 de octubre de 2012

Playa Solitaria

Hoy las nubes tienen ese aire irreal que solo tienen en los cuadros. El viento fresco y travieso se enrosca en mis brazos desnudos iluminados por el sol del atardecer, y la arena se amolda suavemente bajo el peso de mis pies. Las olas resuenan lejanas frente a mi, y los barcos en el horizonte se mecen presa de un encanto silencioso. Pienso en ti como quien piensa en un sueño. Te recuerdo, pero te he olvidado. ¿Cuántos años llevamos separados? Camino sin rumbo, pero me alejo de la ciudad lentamente. El cielo es infinito, y no puedo ver más allá del mar. ¿Estarás tu al otro lado, intentando mirarme también?


Autor: Felipe Guzman B.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Recolección del Dolor 2


Su fantasma me persigue por cada pensamiento que pasa en mi mente. Eso es parte de las complicaciones, debo tolerarla, aguantarla y conocerla de nuevo. Porque el dolor aun no cesa, quizás no se detenga nunca, y mas que el dolor también debo soportar el pensamiento del dolor, no solo el sufrir sino también el pensar que estoy sufriendo. La conciencia de estas cosas que me pasan hace que todo se vuelva aun más difícil. Y ahí esta ella, su presencia, para recordarme siempre que estoy sufriendo y que no dejo de pensar que estoy sufriendo. Al principio buscaba formas de evitarlo, de evitar la conciencia y el razonamiento, de evitar el pesar que estoy en un mal momento. Pero  eso no deja espacio para nada, el sufrir y conocer ese sufrir llevan a que toda la experiencia alcance otro nivel y que duela aun más, pero te haga vivir aun más. Encontrarme con ella lleva a un estado de mi persona que sucede pocas veces, mi mente no sabe si distraerse o afrontar lo que le dice mi espíritu; mi espíritu siente como lo apuñalan cada vez mas profundo, pero abraza ese dolor y pide por más. El sufrir se ha vuelto un proceso complicado y no necesariamente desagradable, es común y rutinario, quizás me he acostumbrado a ese sentimiento que me hunde en la tristeza. El resto del mundo me ve cada vez mas negro y ensimismado en mis pensamientos, olvidando a los demás a mi alrededor, pero la verdad es que aparezco cada vez mas conectado con mi ser, con mi interior, con la persona que de verdad existe en este saco de carne y materia gris. Cada vez menos materia gris. Poco a poco siento como me desvanezco, pero eso no es necesariamente un proceso degenerativo. Dicen que un realista es un optimista con experiencia.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Sin Título

Puedo cantarle a las flores largas serenatas,
Llenas de rimas e historias fabulosas, 
Cargadas con la inocencia de mi corazón
Y que brillan por las noches de invierno.

Puedo robarle una sonrisa y un beso a la mujer más bella,
Puedo perderme en sus ojos eternos por una hora,
Sin encontrar jamás sus secretos ocultos.
Puedo amarla sin saber nunca el porqué.

Puedo soltar mis plegarias al viento,
A las rocas, a la marea y al sol.
Puedo sembrar la esperanza
En las almas de quienes no tienen nada.

Pero no puedo hacerlo,
No puedo, Señor mío, no puedo.
No puedo abandonar al demonio que mora en mi.
No puedo escapar al fantasma que me acosa,
Que me devora desde adentro.
No puedo escapar de mí.


 




















Autor: Felipe Guzmán B.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Arrepentido

Esto no fue más que un error
Un intento de cordura
Un silencio desbocado
Sin sentido y sin ternura
Sin valor y sin albura
Mi alma atormentada
Sin vida y malograda
Con la que nací
Si pudiera escapar
Dejar la ira atrás
Irme lejos de la muerte
Que tan castrado me tiene
Si pudiera irme lejos de ti
Si tan solo fueras menos como yo
Para no verme frágil en ti
Para no oírme triste en ti
Para no tocar mis cicatrices
Y no limpiar mis lágrimas grises
Cuando te consuele
Deja de mirarme
Que me quemas la piel
Deja de llamarme
Que me doblas la mente
Déjame salir
Que quiero morir solo
Aunque sea sólo esta vez



Autor: Felipe Guzmán B.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Ilusión de Medianoche

Dulcemente, sin apuros, en silencio me acerqué a ti mientras dormías. Solo existía tu respirar esa noche sin estrellas. Las luces de la ciudad no acariciaban tu rostro, el frío de afuera no llenaba mis manos y los autos insomnes no lloraban en la calle desangrada. Solo existía tu soñar esa vez, y al contemplarte tan inocente, de mis ojos brotó un latido cálido. Quise, tal vez, abrazarte, no lo sé. Tu dormías y yo no estaba ahí. Me fundí con tu respiración, me hice exhalación, y entonces empecé a creer que tú me querías. A mí, con los ojos cerrados, con el alma callada, con la boca apretada, con la piel enferma, con la voz más dura. No importaba, me querías. Tu dormías y yo me estaba volviendo loco de amor. Te busqué en la penumbra para besarte. Pero tu ya no estabas ahí, solo fuiste una ilusión de medianoche de este hombre abandonado.

Autor: Felipe Guzmán B.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Harry Steinberg Dawson pt1

A las 2:53 AM de una fría y llovida noche de Julio, Harry Steinberg cojeaba hasta su departamento. La sangre corriendo desde su rodilla izquierda hacia abajo y su tibio calor remojándole el tobillo, acumulándose en su zapato y humedeciendo la suela, era la única sensación que experimentaba Harry en ese minuto, su trabajosa mente divagaba demasiado en los eventos que ocurrieron esa noche, demasiado como para hacer que se preocupara por su herida, demasiado como para dejarlo planear su próximo movimiento una vez llegara a su departamento y se encontrara con la mujer que amaba, Sofía. 

A las 12: 17 AM de la misma fría y llovida noche de Julio, Virgilio Campbell,  reciente viudo de Norah Dawson, jefe y ex padrastro de Harry Steinberg, tenía una reunión de negocios con su hijo adoptivo.
-"No podemos dejarla quedarse Harry—Decía el viejo—Tenemos que velar por la seguridad de nuestra familia, de nuestro negocio y de la pobre gente  que nos necesita. Fue ella la que decidió meterse donde no correspondía y ahora tendrá que desaparecer."
-"Tiene que haber otra forma, tu siempre has encontrado buenas soluciones para mis problemas. Diles que pueden estar seguros de que no dirá nada. Esa policía tampoco sospecha de nadie. Le diré a Sofía que solo deje de hablar con ella, no habrá ningún problema."
-"Harry lo siento pero la decisión ya está tomada, no hay nada que puedas hacer al respecto. Sofía se va, y tú te quedas aquí."
Harry se enfrentaba a lo inevitable. Estaba acostumbrado a enfrentarse a lo inevitable, realmente ya no peleaba por estas cosas.
-"Está bien,  pero por lo menos déjame explicarle que es lo que pasa, decirle un par de cosas. Ya no es una niñita de ocho años y, por muy inocente que sea, ya entiende sobre ciertas cosas del negocio. Déjame despedirme de ella, déjame darle un último  día conmigo."
-"Pensé que pelearías más la decisión. Me alegro que puedas entendernos, sé que te apena dejarla y que eres todo lo que ella tiene, pero es la única manera de que estemos tranquilos. No durará mucho, te lo juro Harry".
Harry abandonó la oficina de su padrastro, y se dirigió a su departamento. Caminaba a todas partes, no le gustaban los autos, creía que había demasiados de ellos y por lo mismo jamás aprendió a conducir. A tres cuadras de su calle, mientras bajaba por la Alameda lo saludó una figura oscura que no reconoció en un principio.
-"¡Harry Steinberg! Me dijeron que aparecerías por acá pero realmente no lo creí hasta ahora."
Una mujer con un abrigo largo color azul marino, una bufanda roja como la sangre y un pelo tan rubio que se reflejaba en las gotas de lluvia que mojaban su cara. Se llamaba Gabriela, era una vieja amiga de Harry con la que no conversaba hace mucho tiempo. Aunque Harry iba apurado decidió darle un par de segundos de su tiempo.
-"Es el camino que siempre tomo para llegar a mi casa. ¿Quién te dijo que me vieras aquí? Hace tiempo que no nos vemos, dudo que me hayas buscado por iniciativa propia."
-"Tan brutalmente sincero como siempre, así es el viejo Steinberg. Como sé que vas apurado Harry voy a ser clara. Yo soy solo una mensajera, en realidad no tiene mucho que ver conmigo esto que te voy a decir."
-"Sigues siendo hábil para leer a la gente Gabriela. Acertaste, voy apurado, así que por favor cuéntame rápido que es lo que te pasa. No quiero ser maleducado, me encantaría que nos pudiéramos reunir de nuevo, pero ahora simplemente no puedo. Dime lo que me tengas que decir y hablaremos otro día, lograrás ubicarme si ya lo hiciste una vez."
-"Está bien, seré precisa.  Harry, mañana tendrás un día duro.  Te encontrarás con gente que no conoces, sufrirás y vivirás más que nunca y las cosas se pondrán un poco complicadas, pero todo depende de cómo lo enfrentes. Solo tengo que advertirte que algo inesperado va a pasar, algo que preferirías evitar. En la mañana ira hasta tu casa la persona que me dijo que te dijera esto y te lo explicará todo mejor."
Harry pareció no perturbarse por las noticias, ni se inmuto. Estaba un poco confundido por la vaga información, pero demasiado distraído con la idea de volver donde Sofía como para detenerse a pensar mucho tiempo.
-"Perfecto, si eso es todo entonces me voy. Espero que nos encontremos de nuevo pronto."
Se dio media vuelta y emprendió la retirada, llevaba aproximadamente unos 7 pasos cuando vio interrumpido su recorrido por la misma dulce voz de Gabriela, pero esta vez le estaba gritando.
-"¡No puedo creerlo! ¡Me mandaron aquí porque estabas alienado, pero nunca pensé que llegaría a tanto! Ni si quiera palideciste un poco, Harry ¿Cuándo fue la última vez que me viste la cara?"
-"Tengo un leve recuerdo de haberte encontrado como dormida hace 3 semanas." Respondió Harry sin darse vuelta, realmente quería irse rápido, no pensaba retrasarse retomando esta innecesaria conversación.
-"¿Recuerdas en qué contexto fue eso Harry?"
-"Era tu funeral. Te atropellaron dos días antes."
-"Ni siquiera reaccionas al ver a tu mejor amiga de nuevo vivita y coleando ¡Estas completamente abstraído de tu naturaleza Harry! ¡Estas ignorando a tu humanidad Harry, y por lo mismo ella te va a atacar!"
Al pronunciar estas palabras Harry sintió una fuerte punzada en la rodilla, justo detrás de su rótula. Era un dolor agudo y frio, como si le estuvieran enterrando un clavo a través de esta. Repentinamente un pedazo de su rodilla se abrió de forma explosiva, un agujero perfectamente redondo dejaba brotar una inimaginable cantidad de sangre, el dolor era insoportable. Harry cayó en primera instancia, pero luego se levantó, pues al agacharse apoyaba todo el peso de su cuerpo en la rodilla y eso hacía de la herida un estigma inaguantable.
-"Tienes que botar lo que tienes adentro Harry, tienes que dejarte sangrar de nuevo."
Harry giro la cabeza para poder mirar a Gabriela y fijarse como es que había hecho esto,  para explicarse un poco que es exactamente lo que estaba pasando. Pero al mirar atrás no vio a nadie, solo la solitaria calle. Ideó por un segundo si es que estaba imaginando cosas, pero la herida era completamente real, asique decidió no darle muchas vueltas al asunto y reanudó la marcha a casa.
A las 3:04 AM Harry Steinberg entró a su habitación, para encontrarse con una pequeña niña de 11 años acostada en su cama. Sofía Steinberg dormía como un ángel.
No quería despertarla, había decidido en el trayecto que mañana le contaría sobre la decisión de Virgilio y tendrían un bonito ultimo día juntos. Mañana justamente pasaban su comedia favorita, la veían todas las tardes que la transmitían juntos frente al televisor, en realidad no parecía de mayor importancia, pero era uno de los mejores rituales padre-hija que compartían. Se apresuró al baño, haciendo el menor ruido posible, su rodilla seguía sangrando y Harry estaba cada vez más próximo al desmayo, además estaba algo intranquilo porque la sangre estaba causando un desastre en la alfombra de la habitación. Ya dentro del baño, prendió la ducha, se arremango el pantalón y metió su mano en la tina que poco a poco se llenaba de un fluido derivado de agua y su sangre. A estas alturas, ya había perdido la mayoría de la sensibilidad en la pierna, pero sentía como sus músculos se relajaban lentamente, buscó una toalla para apretar su pierna con el fin de promover la coagulación en la herida, pero al tener el paño en la mano y devolver su atención a la pierna, se dio cuenta de que esta ya no emanaba sangre. La herida estaba completamente abierta, sin embargo no derramaba más linfa, el perfecto circulo junto a su rotula parecía un agujero hecho con taladro, una verdadera obra de arte dentro del rubro de las yagas. Al examinarlo más de cerca Harry pudo, no solo ver el interior de su pierna, sino que se encontró capaz de ver hacia el otro lado, el hoyo atravesaba su rodilla a lo largo, en sentido horizontal perpendicular respecto a su canilla.
Más allá de alarmarse, Harry estaba bastante aliviado con el detenimiento de su hemorragia y la desaparición del dolor. Se agachó un poco para sacar el tapón de la bañera, se sorprendió al darse cuenta que la rodilla no le dolía ni en lo más mínimo al realizar la acción, y mientras se ensimismaba por la imagen del remolino que se producía al retirarse el agua corriendo en el desagüe, se sentó en el inodoro y apoyó su cabeza en la pared consiguiente. Hipnotizado por la imagen retórica de la espiral en el agua y abrumado por el cansancio de la caminata y la difícil discusión de hoy, Harry se disponía dormirse, cuando en el baño entró una despeinada, somnolienta y desorientada Sofía. Se rascaba un ojo y bostezaba mientras abría la puerta del baño, Harry la miró con ternura pero se alarmó por su estado, no quería que la niña lo viera con un hoyo en la mitad de la pierna y un montón de sangre. No había muchas maneras de ocultar lo que había pasado, el baño estaba pintado en carmín después de todo el ajetreo, pero tomo una toalla grande y se tapó completo de la cintura para abajo, trato de limpiarse las manos lo más posible con el agua que corría en la bañera. Finalmente, con disimulo y absoluta velocidad, se fijó que no hubiese nada de sangre en sus ropas  y se incorporó.
-Sofía ¿Cómo es que estas despierta a esta hora? Cuando me fui dormías como una piedra en tu cama y cuando llego estas tirada en la mía ¡más encima ahora te despiertas! ¿Te pasó algo?
-No, no. Me desperté de repente para ir al baño y cuando salí me fui a tu pieza porque tu cama es más cómoda, creí que iba a ver televisión, pero me quede dormida apenas me tire en tu cama.
-Si ni siquiera estabas tapada cuando llegué, te vas a resfriar. Anda a acostarte mejor, mañana nos quedamos en cama hasta tarde y después vamos a la plaza del faro ¿Te parece?
-Papá ¿Qué pasó  aquí, por qué hay tantas manchas rojas?
Ya no era tan fácil de distraer, hasta medio dormida la niña se podía dar cuenta de estas obviedades.
-No importa cariño, se me cayó algo, no es nada. ¿Cómo te despertaste? Vete a dormir mejor.
-Me despertó el ruido de la ducha.
Harry no llegó a entender cómo es que no lo había notado, pero la ducha seguía prendida. 
-Perdona, tenía que lavar este desastre, no quería despertarte.
-¿Qué te dijo el abuelo?
Esa infinita capacidad de la niña por desviar la conversación justo por donde ella quería con una brutal sinceridad le recordaba a su madre, lamentablemente, era un rasgo que, ambos sabían, había heredado de él más que de ella.
-Mira tuve una conversación muy larga con él, cosas del negocio no más. Me habló mucho de ti y de tu amiga la miss…
-Carolina
-Esa misma, la Miss Carolina. La que está casada con esa policía. Esta algo aproblemado porque cree que te estas juntando mucho con ella y le estás hablando de demasiadas cosas. Yo trate de decirle que tú normalmente no le cuentas a nadie de las cosas que hacemos con tu abuelo, por mucha rabia que te dé y te gustaría decirlo, pero no fui capaz de convencerlo. Mira se nota que estas cansada, mañana vamos a tener un paseo precioso y después te digo lo que vamos a hacer ¿Ok? 
-Ya bueno, en realidad tengo mucho sueño,  buenas noches.
-Buenas noches, duerme bien. Que Dios te bendiga.
Harry se sentía como un imbatible  hipócrita cada vez que le decía esa última frase. Pero con el tiempo se le había quedado pegada.
Sofía se retiró lentamente del baño, algo desorientada. Se notaba mucho que tenía bastante sueño. "Mañana va a ser un día largo" pensó Harry "Voy a aprovecharlo como pueda, Virgilio dijo que iba a venir el mismo a buscarnos, pero mejor que la lleve el solo, yo no podría despedirme de ella en un aeropuerto.".

A las 10:05 AM de la mañana siguiente Harry abrió sus ojos para encontrarse con el techo de su pieza, el olor a sangre se había quitado y sus ropas estaban tiradas alrededor de la cama. Al dirigir su mirada a la silla contigua a su cama, donde siempre dejaba su ropa para el día siguiente, encontró a un desconocido de chaqueta de cuero sentado, con una taza de sus manos.
-¡Oh no, por favor—se precipitó el extraño—Sigue durmiendo! Te veías tan tranquilo, tan pacifico entre tus sabanas teñidas de rojo que no logré darme el lujo de despertarte. Estuve contemplándote un buen rato, por favor vuelve a dormir.
Harry trató de mantener la calma, nunca había visto a este hombre antes, sin embargo le producía una simpática sensación de camaradería, una suerte de vivificación de sus ansias y pasiones. Aun así, no fue capaz de articular una sola palabra.
-Está bien, veo que la impresión fue demasiada, bueno no importa, de todas formas ya me estaba aburriendo. Bien mi amigo, me imagino que se espera una explicación, ese es más o menos parte del problema, no hay muchas explicaciones que dar, yo solo estoy aquí para darle instrucciones.
-¿Viene aquí a arrestarme?—Harry fue capaz de hilar algunas palabras en su mente después de un agobiante esfuerzo, se le ocurrió que quizás la situación era más crítica de lo que él se la estaba tomando. —Dígamelo directamente, porque no me gustan los juegos de los policías.
-Harry tranquilo, no soy un policía. Un policía no entraría de esta forma en tu propiedad, y un maldito mafioso no perdería tiempo viéndote dormir, si quisiera ya te habría pegado el tiro. No no no, Mi amigo Steinberg, esto es más simple, pero a la vez más complicado, de lo que te imaginas.
En ese momento Harry asomo por el lado de la sabana el cañón del revolver que llevaba con él en la cama, aunque nunca antes lo había usado, sabía que en algún momento podría encontrarse con una situación como aquella. Siempre había tratado de no sobre reaccionar frente a los acontecimientos que lo rodeaban, pero ese personaje lo ponía nervioso, parecía demasiado simpático, o por lo menos lo que la mayoría de la gente consideraba simpático.
-¿Cómo te sabes mi nombre?—Preguntó Harry con firmeza.
-Ha, tranquilo hombre, no estoy aquí para amenazarte ni nada. Esas cosas con las que logras asustar a las persona no te van a servir de nada aquí, guárdala no podrías hacerme daño ni aunque trataras.
En un movimiento rápido, Harry tapó el arma con la almohada y disparo 3 veces. Dos de los tiros atravesaron el pecho del hombre, el último pasó directamente entre sus cejas, rompiendo el puente de los anteojos de sol de cristal rojo que llevaba puestos.
-¿Es una broma? Primero, acabo de decirte que no puedes hacerme daño, y segundo ¿No vas a preguntarme por Sofía antes de matarme?  No pensé que te lo tendría que decir a ti Harry pero: Te falta enfriar un poco el cerebro.
El hombre de la chaqueta seguía hablando, perfectamente erguido, por su cara corría la sangre que emanaba del agujero entre sus 2 ojos. Por alguna razón, esto a Harry no logró impresionarlo.
-Está bien, no puedo hacer más que eso. ¿Quién eres?
-Es tan agradable trabajar con gente como tú, no se sienten muy impresionados por las cosas que los rodean y es completamente fácil dialogar con ustedes, entienden todo en la primera explicación ¡No necesitan más aclaraciones!—Harry lo miró con una cara que reflejaba impaciencia—Pero ok, dejare de tratar de sacarte una sonrisa, aposte en el trabajo que podía lograrlo, pero en realidad ya me estas aburriendo. Llámame Rocco, Rocco Vendetto. Te abras dado cuenta ya que no soy una persona común, eso es porque vengo de un lugar que tu no pareces entender Harry, vengo del infierno. Así es, estás hablando con el mismo diablo en persona, no soy algo así como "el rey de los demonios" ni nada parecido, no hay verdadero rey, no hay verdaderos demonios, pero todo es relativo según ustedes los escépticos ¿no? Así que no importa, puedes asumir lo que quieras sobre mí. —Ahora la cara de Harry reflejaba cierto grado de duda, no estaba asustado ni nada, pero parecía no entender lo que le decían, arqueaba las cejas y ladeaba la cabeza de la misma forma que lo hace un perrito cuando le hablan—Pero lo importante de mi lugar de procedencia en realidad es el hecho fundamental de que, prepárate para la sorpresa… ¡Tenemos a tu hija estúpido! Jajaja, si Harry, no hay por donde esconderse ni hay porque extrañarse, eres tal miserable pedazo de basura humanoide que nos dimos la libertad de encerrar a tu hija en las profundidades del rechinar de dientes del que tanto profesan algunos. No voy a hacer nada para probártelo, ya sé que me crees.  Estabas metiéndote en negocios raros, sabemos que tenías todas las mejores intenciones, pero protegías a tu hija de todos los peligros posibles ¡Y eso es ilógico mi amigo, deberías dejarla crecer en este ambiente tan mermado de corrupción! No te preocupes, ya sabemos toda la historia, la niña estaba hablando con la profesora, la profesora vive con esta policía, eventualmente podría escapársele algo sobre la droga, Virgilio lo planteo muy bien en el tercer párrafo ¿Y qué haría esa pobre gente sin sus remedios, como cuidarían a sus niños? Un tema sumamente delicado, debo admitir. Asique no te abrumes, tu ultimo día con tu hija será un día para no olvidar.
-¿A qué hora puedo ir a buscarla? Tenemos que ver una comedia juntos, no puedo dejar que nos la perdamos. —Harry pronunció esto con una monotonía que dejaría perplejo a cualquiera.
-¡HA! ¡Qué personaje Harry! ¡Qué temeridad! Las personas deben indignarse con tu desquicia. Pero me alegra, te adelantas a mis diálogos. Mira no tenemos una hora exacta para que vayas a buscarla, no es como si la hubiésemos llevado con una amiga. Es parte importante del plan que tú la busques ¿Me entiendes? Harry, tendrás que encontrarla tú mismo, ya hemos hablado con un par de personas para que te ayuden, mira ven conmigo.
El Señor Vendetto salió por la puerta del dormitorio y se dirigió a la sala de estar, Harry se levantó de un salto y fue a su encuentro, aun con pistola en mano. No se molestó en vestirse, era su propia casa después de todo .Al llegar al salón, notó que en la mesita de la cocina estaba todavía un vaso de leche que había dejado la tarde pasada antes de irse. Tenía algo de sed, asique lo tomó, pero no lo bebió, pensó que sería mejor esperar a que le terminaran de dar las inesperadas noticias.  Se paró junto a Rocco, ambos contemplaban el gran ventanal característico del departamento de Harry, hacia la apariencia de una cortina de vidrio, y usaba toda la pared, tenía una agradable vista a los mejores edificios de la ciudad.
-Creo que no te has dado cuenta Harry, pero hay algo que te está haciendo actuar diferente, hablar diferente, pensar diferente, te lo han dicho varias veces pero tú haces caso omiso de ello, justamente porque no te importa mucho nada. Bueno, todo esto empezó mucho antes de que empezaras a actuar así en realidad, tu padre nos contribuyó de gran manera, pero no se gatillo nuestra pequeña máquina de perdición hasta la muerte de tu madre. Por eso mismo es que vas a partir allí, donde ella vivía.
Rocco apuntó en el ventanal (manchándolo con la sangre que todavía corría desde su frente, y a estas alturas había goteado hasta su dedo) al edificio neoclásico que se erguía en la calle Betania. De los edificios más viejos de la ciudad, era el de mayor altura, pero se izaba entre un montón de construcciones modernas, cuya línea de cielo lo sobrepasaba por incluso el doble, aun así resaltaba por ser el único de su estilo que se viera desde aquella ventana.
-Un bonito lugar para empezar tu despedida de ti mismo, así fue decidido. Ve y habla con la única otra persona que conoces en ese edificio, tu compañero Eric.
-No es que tenga muchas ganas de preguntar pero ¿Por qué hoy?
Debía de ser la primera vez en años que Harry hiciese una pregunta de respuesta tan poco clara.
-No lo sé Harry, si tu no lo sabes, yo no lo sé.
-¿No puedes llevarme tu hasta allá? Digo, los dos bajamos por el ascensor, podrías esperarme un poco y nos ahorraríamos el viaje, quizás hablar un poco más de esto, podría darte el número de Virgilio para que hablaras con él.
-Harry por favor, mira al frente y afronta esto de una vez. Yo bajo solo.
Dando un mínimo paso, Rocco Vendetto atravesó el ventanal con una ligereza digna de una pluma, sin embargo el vidrio se trizo y reventó en mil pequeños pedazos mientras provenía de algún altoparlante gigantesco invisible la parte más animada de la melodía "En el Salón del Rey de la Montaña". Harry retrocedió de un golpe, más o menos 2 metros se alejó del nuevo agujero en su vivienda, no le gustaban las alturas. La figura de Rocco cayó después de destruir el cristal y, mientras descendía, pudo Harry notar como se dibujaba una leve sonrisa en sus labios. No escuchó ningún grito ni sonido después de verlo desaparecer en la línea de suelo de su departamento.

Circle Up


martes, 4 de septiembre de 2012

La Boda

Otro vaso, este es el ultimo y solo lo justifica la desesperacion, abandonado en el altar, miles de miradas espectantes de una lagrima de dolor para comentar la noche siguiente, oh fatidica mañana, otra vez he caido bajo la impulsividad ebria de los celos, fatidica escena ante mi, el tiempo con su paso arrasa violentamente contra la espectacion, solo en el altar, Elisabeth muerta en mis
 brasos, la violencia del acto se contrasta con la pureza que tiñe su vestido de novia. Elisabeth, oh como te ame injustamente y desee tantas veces bajo la clandestinidad nocturna, mas jamas correspondida fue mi obsesiva devocion, otro vaso, el mismo que me llevo a esta tragedia, los murmuros ensordecen, abandonado en el altar. Mas luego sucumbir a la ceguera de los celos y el alcohol. Este dia en que Elisabeth seria tuya para siempre. Asumo la carencia de perdon divino a mi alma, pido antes de quitarme la vida, me des tu perdon amigo. La sangre de Elisabeth he de pagar bajo los dantescos suplicios del infierno. Mas prometo el cuidar de ella la eternidad, como tantas veces soñé, y os dejo esta nota mientras esperas a mi amada en el altar.

 

Autor: Fernando Hormázabal

miércoles, 29 de agosto de 2012

Después del Naufragio

Los años han pasado ya,
Y desde aquella noche,
Me he ido esfumando de a poco.
El alma se me agota,
No hay más amor para nadie esta tarde.
Quizás, si el sol brillara, y si estuviera cerca del mar,
Iría a buscarte a las fauces de espuma,
Aunque se me fuera la vida en ello.

Si las olas pudieran destruir mis huesos,
Si la arena pudiera derrumbar mi mente,
Si el viento pudiera arrancarme el corazón.
Si tan solo fuera invierno y no verano,
No me importaría morir.
No por esta vez, no.

Y aunque no crea en la vida eterna,
Moriría tranquilo,
Al saber que comparto el mismo lecho
En el que hace años te perdí.






















Autor: Felipe Guzmán B.

martes, 21 de agosto de 2012

Tarde de Otoño



El Otoño ya se va, el Otoño ya se ha ido.
El Otoño, simplemente el Otoño.
Esa palabra tan suave y chispeante,
Hermosamente Otoño,
Hermosamente, sí.

Los fuegos felices de la naturaleza,
Hojas rojas, verdes hojas amarillas,
Café de la tierra,
Y del cielo paz cremosa
Y azul el cielo.

El mundo ha empezado esta tarde,
Cuando suspiré por el Otoño,
Con sus días tan tristes y solemnes,
Con sus noches tan claras y perfectas,
Con su risa de Otoño.

El dulce olor de la humedad
De las manzanas esa tarde,
Tarde sin tiempo,
Sin días ni tardes,
Tarde dorada.

Otoño que partió y nunca fue.
Otoño que murió ayer,
Sin dolores ni estruendos,
Solo el sonido del agua
Cristalina del Otoño.

Autor: Felipe Guzmán B.

lunes, 20 de agosto de 2012

Making Of pt4


-¿Nunca tomas algo que no sea un Mocha Blanco?—preguntó la Flo con verdadero interés.
-Esa es una diferencia que se da entre hombres y mujeres—respondió Benjamín—Las mujeres se toman un tiempo en tomar una decisión, están hechas para eso, consideran la sustancia de la actividad, las posibles consecuencias, la analizan desde distintas perspectivas, por eso cuando van a un Starbucks pueden quizás demorar en pedir lo que quieren. Los hombres en cambio están hechos para la efectividad, para cumplir un objetivo rápidamente, solo se concentran en una cosa por terminar y punto, la opción mas rápida normalmente se confunde con la mas efectiva y por ello nosotros siempre pedimos lo mismo cuando vamos a comer o a tomar algo, solo consideramos la variedad en una primera instancia, luego nos quedamos con lo que conocemos porque cumple el objetivo rápidamente. Si lo piensas, hasta hace sentido con la biología sexual de cada género.
Se encontraban en el Starbucks junto al Líder de Camino del Alba, ese que esta sobre una Shell, para tener su café matutino mensual. Una tradición que habían adoptado desde el terrible primer semestre del 2013 cuando dejaron de verse mucho por estar ocupados en la universidad. Durante las vacaciones se abandonaba la tradición porque entonces volvían a comunicarse fluidamente, así que este era el último del año.
-¿Entonces eso se aplica a todos los conceptos de tu vida, incluido tu café?
-Me gusta pensar que conozco a las personas, y si no por lo menos que me conozco a mi.
-Estas terriblemente lejos en ambas variedades—le respondió Florencia con una mirada inquisitiva.
-Ay si, mírenme soy sicóloga. —dijo Benjamín burlonamente.
-Obvio po’ gaya. —respondió  a su grosera burla, destruyendo su humillación irónica con un acido sarcasmo.
-¿Te ha servido eso? ¿Crees que después de todo este tiempo puedes estudiar a las personas?
-O sea…
-Digo—Interrumpió Benja—sé que siempre he sido tu objeto de estudio.
-Si, es verdad—dijo sonriente—siempre te he estudiado a ti de cierta manera.
-¿Alguna conclusión importante? Además de mis claros rasgos narcisistas y de bipolaridad digo.
-Puedo concluir que te pareces mucho a Woody Allen.
Benjamín casi bota su Mocha Blanco con crema y canela de la sorpresa que le dio ese comentario.
-¡¿El gran Woody?!—Dijo tratando de recomponerse— ¿Y a que debo tal honor?
-Sabia que te iba a pasar eso, en realidad fue un decir, quizás no sea él, tenia que compararte con alguien de la cultura pop. Pero fue lo que más se me vino a la cabeza cuando hicimos esa maratón de películas suyas en tu casa en el invierno.
-Expláyate, por el amor a Jesucristo expláyate.
-Piénsalo, los 2 son una especie de comediante satírico sarcástico, enredado en mundos narrativos constantemente, que se aprovechan de sus conocidos para satisfacer su sed de narcisismo, que creen que lo saben todo sobre el resto del mundo ¡Solo piensa en lo que acabas de decir sobre el café! Son comentarios propios de alguien que esta haciendo stand up comedy, pero tu los sueltas en el día a día, sumado a tus constantes—y luego repitió con mas énfasis—CONSTANTES referencias a la cultura popular, eres un fantasma de un neurótico desesperado del siglo 21, que puedes ver en todas esas películas que te encantan.
-No puede ser tan malo—respondió Benjamín algo avergonzado.
-No, es lo que te hace de una de mis personas favoritas después de todo—dijo ella algo coqueta— Pero francamente lo único tuyo que no veo en él es esa constante preocupación por los que te rodean.
-Si—dijo él con un suspiro—nuestro eterno estigma. Pero en fin, entonces estoy por buen camino en esto de la dirección, me va a llover el dinero.
-Supongo, si te gusta lo harás bien. Aun estoy algo sentida porque no me dijiste sobre tu gran proyecto de película.
-Por favor, si te lo hubiese dicho solo me habrías respondido que no iba a funcionar, no quería que tu realismo me quitara las esperanzas cuando todavía estaba escribiendo.
-¿Por qué no lo dejas ahí, en el guion nada mas? Seguiría siendo un buen proyecto, uno más de tus escritos, pero este es lo suficientemente largo para venderlo a alguien.
-Florencia por favor, mira las cantidades de realidad que hay metidas en ese libreto. Si alguien tiene que hacerlo soy yo, si alguien tiene que actuarlo es ustedes, la única forma de que este pedazo de arte se concrete es si lo logramos nosotros. Que antipoético seria que alguien te estuviese interpretando a ti en un papel que esta hecho de improvisación. La belleza no esta en el producto final nada más, durante toda su construcción esta película es una muestra de arte por la forma en que la estamos realizando.
Benjamín sentía un gran orgullo cuando hablaba así de su pequeño oficio, eran raras las ocasiones que tenia de explicarle a alguien las cosas de esta forma, raramente con la Flo siempre se daban.
-Que tierna forma de ponerlo y que épico.
-Es mi estilo, sabes que te encanta.
-Así es baby—dijo ella siguiéndole el ridículo coqueteo.
-En todo caso, estoy terriblemente interesado en tu insight en todo esto, dado el hecho de que es una película dentro de otra, quiero que  me vayas diciendo las características sicológicas que interpretas a medida que avanza.
-¡Si! ¡Feliz! Pero creo que en ese aspecto mi ayuda te habría servido más cuando estabas escribiéndola.
-Le estas poniendo demasiado énfasis a eso. Mis guiones no nacieron de eso, sino de cosas más irrelevantes como… Como… Mira ¿Te gusta la lechuga?
-No es mi favorita, prefiero el tomate.
-Si hay algo que yo podría comer hasta reventar y morirme es lechuga. No me malinterpretes, no me encanta, pero es ligera así que no me traería problemas a la guata y no me aburriría de ella porque en realidad nunca tuvo mucha gracia para empezar. Podría comer  lechuga hasta reventar porque no me produce ningún gran cambio, el minuto en que me aburra de la lechuga me aburro de la existencia, si ese es el caso podría simplemente matarme.
-¡Ves!—Decia la Flo entre carcajadas—Ese tipo de comentarios stand up es justamente a los que me refiero.
-Cariño, contrólate—decía él tratando de calmarla—nos están mirando.
Cuando se hubo calmado, Benjamín le ayudo a respirar lentamente un rato. Le decía que se calmara pero en el fondo solo seguía haciendo chistes para mantenerla entretenida.
-¿Mejor?—Preguntó.
-Si, mejor.
-Bueno, como te decía antes de tu ataque: De ahí es de donde parten mis guiones, porque son distintos a mis otros escritos. Tienes que apelar al resto de las personas después de todo, cuando escribo otras cosas podría empezar por el estudio sicológico de la situación, pero en el caso de la película se lo dejo al espectador.
-Okay, te voy a perdonar eso, aunque no creo que siempre que partas un guion tenga que ser con un chiste.
-No es un chiste es… Una conversación mal guiada sobre un tema irrelevante, como en Pulp Fiction.
-Vas a tener que trabajar en tu originalidad.
-Hasta ahora todo va bien.
Se miraron en silencio un rato. Benjamín ya había terminado su Mocha, ahora deseaba probar el Frapuccino de la Flo pero no quería interrumpir su línea de pensamiento, lo miraba como si estuviera analizándolo, con una sonrisa de cierta complicidad, como si Benjamín ya supiese lo que ella estaba a punto de preguntarle.
-De verdad quieres hacer esta película.
-Para mi es muy importante y me encantaría que estuvieses comprometida con ella.
-Bien Benjiwi, me compraste. Estoy totalmente amarrada a esto, te ayudaré.
-Perfecto, me estaba preocupando que te fueses en la mitad del rodaje. ¿Dame un poco de tu Frapuccino?

Escribí esto hace un par de años.

Té, a las 1:55.
No tengo sueño. Ok quizás un poco, pero sigo atormentado por el fantasma de mi insomnio asique voy a hablar de lo que me pasa recientemente.
Estoy liviano. Lo que me leyeron. Liviano, liberado, sin nudos que me aten a problemas o preocupaciones estresantes. Por qué? No lo sé!  Que hice?!...ó...que deje de hacer??
Ya no me pasan 1000 cosas por la cabeza!

(Hmm, mi té está muy dulce. Los mensajes de la Flo me entretienen)

Supongo que ya no espero las cosas, solo las acepto. Todavía soy humano, me enojo y pongo triste, pero dentro se que todo está bien.

(Wow! Donde esta mi té?! Filo, voy a hacerme otro. La Flo esta ordenando su pieza, me ofreció un Shonen Jump viejo, es muy buena amiga)

Mujeres.
Mujeres? Será por eso? Vivo con 4. Ya no me desesperan tanto, aunque yo a ellas si!
Romance? A eso te refieres?  Noo, no creo que sea eso. Bueno, estaba desesperadamente enamorado, pero ya hace mucho. Como dije, me siento liberado. Sera que me libere de ella? No, definitivamente no es por eso. Todavía la quiero y siempre será especial, pero no así.
Mujeres? No. No son ellas la razón. No necesito mujeres.
Es más profundo, como que ya no necesito cosas. Bueno no es tan así, porque después del terremoto me di cuenta de lo mucho que necesito la luz en mi casa.

(Mi té esta mejor que antes, más té y menos azúcar supongo)

Pero no sé, también me di cuenta de lo relajante que era estar sin luz. Todo era bonito.

(Parece que la Flo esta entretenida. Jaja! Qué bien! Siempre me ha alegrado saber que alguien lo está pasando bien a pesar de que está solo.
La Flo me recordó a algo. Déjenme corregirme. No es que no necesite mujeres. Dios! No sé qué haría sin ellas! Son grandiosas amigas! (mejores que los amigos sin duda) Pero me refiero a que la visión romántica de ellas se escapo de mi vida y, francamente, no la necesito devuelta!
…Maldición! Mi se té enfrió!)

Suele venírseme a la cabeza la imagen de yo descansando bajo un árbol cuando pienso en mi "estado de semi-nirvana" (así lo titule). Solo habría 3 cosas importantes: Yo, el viento y mi árbol.
El mundo podría estar derrumbándose a mi alrededor, pero yo sabría que todo va a estar bien. Todo resulta al final.

(Estoy dudando si hacerme otro Té. Con la Flo la discusión giro a los Oscars de anoche. Estuvieron locos.)

Es bastante loco. No solo ahora sé que las cosas siempre van a salir bien, también me he empezado a fijar en las cosas más chicas y simples de la vida. En las cosas que me hacen feliz sin que me de cuenta:
Me gusta salir para afuera y respirar hondo. Me gusta caminar hasta los lugares que voy. Me gustan las chispitas de la coca cuando saltan a mi cara. Me gusta mirar a lo lejos y no distinguir lo que hay al final. Me gusta cuando la luz se refleja en el agua. Y bueno, varias cosas.

(Siguiendo el consejo de la Flo, voy a tomarme un vaso de leche. Si me aburro: le pongo whisky, jaja)

La religión? Naaah. Cargo con mis pecados como todo el mundo, pero estoy en paz con el gran jefe. La otra vez en misa traté de ponerle mucha atención al cura. Un viejo simpático, muy inteligente, pero aun así no entendía lo que me quería decir. Prácticamente podía escuchar a Dios diciéndome: "En serio? No necesitas estar aquí." Y yo le respondía: "Bueno pero no pierdo nada viniendo, verdad?"Me gusta pensar que Jesús es uno de mis amigos: en ese plano, estamos bien.

No es que todo este perfecto en mi vida, de hecho, estoy como peleado con un par de amigos, y estoy consciente de que se me vienen mil problemas encima. Pero a ellos no les deseo ningún mal ni  nada. Ni siquiera estoy enojado! Y los problemas: bienvenidos sean! Estoy seguro de que ya los resolveré.

(Wow! La Flo tenía razón! La leche estaba muy rica! Pero creo que debería tomarme algo para dormirme ahora. Con la Flo ya hasta conversamos sobre como escribía cada uno! Y sus mensajes me están arruinando la letra porque me asusto cada vez que vibra el celular. Tendré que despedirme porque me dio sueño en realidad. Fue bueno que alguien me distrajera para que no empezara a hacer estupideces mientras escribía esto.)

Asique: no son las mujeres, no son las cosas, no es la religión.
Sera que simplemente estoy feliz?
Hehe, es bueno sentirse así. Tampoco estoy tan interesado en descubrir PORQUE me siento así. Solo sé que estoy feliz, y eso me hace feliz, ojala también haga feliz al resto.
Estoy relajado, flotando o algo así. Creo que eso le falta al resto del mundo, flotar un poco. Relajarse.

-Un Benjamín muy distinto al de ahora.