domingo, 30 de septiembre de 2012

Recolección del Dolor 2


Su fantasma me persigue por cada pensamiento que pasa en mi mente. Eso es parte de las complicaciones, debo tolerarla, aguantarla y conocerla de nuevo. Porque el dolor aun no cesa, quizás no se detenga nunca, y mas que el dolor también debo soportar el pensamiento del dolor, no solo el sufrir sino también el pensar que estoy sufriendo. La conciencia de estas cosas que me pasan hace que todo se vuelva aun más difícil. Y ahí esta ella, su presencia, para recordarme siempre que estoy sufriendo y que no dejo de pensar que estoy sufriendo. Al principio buscaba formas de evitarlo, de evitar la conciencia y el razonamiento, de evitar el pesar que estoy en un mal momento. Pero  eso no deja espacio para nada, el sufrir y conocer ese sufrir llevan a que toda la experiencia alcance otro nivel y que duela aun más, pero te haga vivir aun más. Encontrarme con ella lleva a un estado de mi persona que sucede pocas veces, mi mente no sabe si distraerse o afrontar lo que le dice mi espíritu; mi espíritu siente como lo apuñalan cada vez mas profundo, pero abraza ese dolor y pide por más. El sufrir se ha vuelto un proceso complicado y no necesariamente desagradable, es común y rutinario, quizás me he acostumbrado a ese sentimiento que me hunde en la tristeza. El resto del mundo me ve cada vez mas negro y ensimismado en mis pensamientos, olvidando a los demás a mi alrededor, pero la verdad es que aparezco cada vez mas conectado con mi ser, con mi interior, con la persona que de verdad existe en este saco de carne y materia gris. Cada vez menos materia gris. Poco a poco siento como me desvanezco, pero eso no es necesariamente un proceso degenerativo. Dicen que un realista es un optimista con experiencia.

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