miércoles, 29 de abril de 2015

Redondelas de Acuarela

Un movimiento acuático,
Espumas de aire envolvente,
Los peces de tus ojos me miran
Con un oleaje castaño creciente.
Se diluyen en las nubes de mi mente,
Como sueños que me encandilan.
Me remueven con los giros insistentes
De sus suaves escamas cuando brillan.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

viernes, 24 de abril de 2015

Persona Precisa para mis Días

Si el sol estuviera encarnado en una persona, seguramente ondearía Fernanda como su nombre. Conocí su dulzura y sus inseguridades cuando aún era muy pequeño como para saber lo que era el miedo verdadero, menos aún el amor de verdad. Fueron breves días de quiromancia y risas, también de lágrimas, éramos jóvenes con corazones apuntando a nortes distintos, que coincidieron en amistades y lugares, en tiempos y en palabras. Una buena amiga, infinita, repleta de fuego, sinceridad y lealtad. 

Como con tantas otras personas, el silencio y la distancia nos separó un invierno, y convirtió nuestros encuentros espontáneos y azarosos en conversaciones forzadas y en máscaras aceptables. Creí que ella era feliz, y que no necesitaba de alguien angustioso y hundido en el llanto de tantos fantasmas, así que la dejé marchar varias veces sin siquiera pedirle su número de teléfono.

Ayer volví a ver a Fernanda, pero algo había cambiado. Yo podía ver desde más altura mis propios errores, y ella estaba extrañamente poseída por un trance melancólico. A esta altura de nuestras vidas, bien podríamos haber sido extraños el uno para el otro, pero decidimos jugar a las confidencias. Yo escuché su pesar y la acogí, recordando el primer abrazo que nos habíamos dado hace varios años atrás. La entendí sola y lastimada, decidí quedarme junto a ella y ser, por primera vez, un sol en donde pudiera calentar su pena y secar su tristeza. 

Tengo que reconocer que yo no estaba bien, que me apretaba el cuello el brazo invisible de cierta mujer, y mientras empecé a sanarla en silencio, esforzándome por reavivar sus energías decaídas, me nació la certeza de que no la dejaría sola. Ella me agradeció, más de una vez, y sentí alegría. Empezamos a filosofar, a mezclar anécdotas, a entremezclar lo humano que habíamos olvidado del otro, y en esa acción de reencuentro feliz, me devolvió de un soplo la cordura, como si me hubiera untado lo esencial que yo estaba olvidando en mi vida.

Digo que ella es un sol, además de una mujer increíble, por la fortaleza que irradia y el cariño con que nutre a quienes tienen la fortuna de conocerla. Fernanda es poesía con ojos de ensoñación.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

jueves, 23 de abril de 2015

Hilillo de Espíritu

El humillo delgado como la plata
Que deja una vela tras ser soplada:
En estos días de frío lejano,
Así de pequeña es mi alma.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Perdido

Mucha gente me conoce,
Pero pocos me saben.
Y pese a que me regalo,
No le pertenezco a nadie.

No existen ojos que sean
Capaces de mirarme,
Menos aún un corazón
Que se atreva a amarme.

En mi taller de papeles,
Ya cuando pasen los años,
Serán mis artilugios
Quienes vendrán a enterrarme.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

lunes, 20 de abril de 2015

Intento Darme a Entender

Quizás me entiendan si les digo
Que soy un ladrillo,
Un dactilógrafo en desuso,
Una mancha en la ropa.
Soy fuego bajo el agua
Y una roca flotando en ozono.
Soy la suela de tu zapato
(pisaré mierda por ti),
Y un paraguas en mal estado
(haré lo que pueda por mantenerte seco,
pero no prometo nada).
Soy un convencido de que
No hay nada más en lo que creer,
De que las bombas son dioses modernos,
El amor es un naufragio desastroso,
Y que los políticos pasan demasiadas horas
Encerrados en mi televisor.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

La Lagartija

Desearía ser un hombre de mi gente,
Un hombre de mí mismo,
Un hombre verdadero,
Y no la lagartija nerviosa
En la que estoy convertido:
Escurridizo, inaccesible,
Sediento de un calor inexistente en mí.
Estoy cansado de pasearme entre rocas
Y de escaparme de muchachitos puros,
Quiero empezar a andar erguido,
Sentirme dueño de la imagen
Que parpadea en mis espejos.
Ansío tocarme las axilas y no encontrar,
Entre asco y sorpresa,
Escamas rojas en lugar de pelos.
Algunos dirán que exagero,
Que ser lagartija no es tan mal destino,
Pero yo creo fervientemente que
Los fríos reptiles tenemos derecho a soñar
Con más que sólo moscas y gusanos.
Tenemos derecho a arrancarnos nuestras colas,
Sacarle la lengua al mundo,
Y pensar que hay un sol perdido dentro de nosotros.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

sábado, 18 de abril de 2015

Poemaluz

Silbando un misterio tras otro
En el viento infinito de los oleajes:
Eres, mujer, como el sonido
Del mar dentro de una caracola.
Escondido sol, de un brillar invisible,
Que se adivina divino tras la nube.

Me habitas tanto como me agitas,
Me llenas de un dulce calor como miel;
Ahí donde te pienso me nace el cielo,
Allá donde te siento me brota un verso.
Te veo en cada maravilla que tiene este mundo,
Porque cada una tiene algo tuyo dentro de sí.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Pequeñez de Corazón

Miren mi barba y mis modales,
Pero no se dejen llevar por ellos:
Tengo el corazón de un niño pequeño,
Mis sentimientos son titanes de fuego.
Me consumo por dentro y en silencio,
Mientras aparento ser más adulto de lo que soy.

Autor: Feliipe Guzmán Bejarano

viernes, 10 de abril de 2015

El Derecho de Dormir en Paz

"El derecho de dormir
Superando el sufrir:
Del golpeado en Vietnam,
De toda la humanidad;
Ningún cañón borrará
El templo universal
Del derecho de dormir en paz."

Sólo en el sueño nos salvaremos del dolor,
Bajo la forma del silencio de los callados,
Sobre las alas del ideal y la esperanza,
O en el entretejido que hace la Muerte con nosotros.
Después de todo, somos todos esclavos
Con el derecho de morir en paz.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

domingo, 5 de abril de 2015

Juego de Gatos

Relamíase sus bigotes el viejo felino,
Jugando con la mirada, expectante.
La mesura le duraría poco,
Su amada gata lo sabía.

Primero se quitaría el sombrero,
Luego el corabtín renegro,
Sacándose al final el autocontrol.

Se olerían los rabos primero,
Luego se lamerían los cuellos,
Al final se rozarían incesantemente.

Ronroneos en la recámara de los Gatos.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Protesto contra los Políticos

Protesto contra los Políticos:
A esos hombres les gusta pensarse poderosos,
Dueños del mundo, señores de sus señoras,
Amos de si mismos, ¡Que cortos de entendimiento!
Faltos de humildad, automasturbatorios en exceso,
Edípicos, se rascan sus ombligos y exigen sin mirar.
No quieren ver, y no van a reconocer en lo absoluto
Que la mujer tiene voz y sexo, y deseos de ejercerlos;
Que los jóvenes queremos un mundo más justo;
No quieren soltar sus monopolios farmacéuticos,
Ni aflojar sus garras de petróleo, balas y dinero.
Viejos egoístas, devoran lo que producimos con esfuerzo
Sin siquiera moverse de sus sillones acolchados.
Reclaman públicamente por sus derechos
Mientras mienten descaradamente en televisión abierta.
Ladrones de máscaras de oro, lobos en piel de cordero,
No comprenden el peso de sus acciones e inacciones.
Ignoran que la sangre de los pueblos que han violentado
Se volverá en contra suya uno de estos días,
Y todo arderá, con un latigazo de muerte,
Con un zarpazo de revueltas y sed,
En un intento desesperado por establecer,
A punta de azadas y cuadernos, justicia verdadera.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

miércoles, 1 de abril de 2015

Encandilada

¿Qué haces aquí, pendiente de la luna?
Hecha péndulo como si estuvieras esquirlada.
¿Qué tiene la noche, si no culpa o tibieza?
No entiendo tu mirada intensa,
Pero me recuerda a cierto sofá negro.
Baja los brazos, ¿qué pretendes alcanzar?
Tus estrellas están tan lejos que podrían estar muertas,
Y te olvidas de los grillos, abandonas las polillas,
Dejas detrás tuyo la tierra misma en tu ambición.
Pretendes volar cargando el peso de todas las gravedades,
Pretendes surcar el cielo atada de manos.
No eres más que un ave en su jaula,
Arrancándose las plumas y pinchándose las alas.
No entiendo nada de lo que haces,
Pero a mi parecer estás encandilada.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano