martes, 27 de noviembre de 2012

Sombra

Eso eres tú, la noche más fría, el corazón más roto, la mirada más triste. Tu llevas esa sombra otoñal a donde quiera que vayas, tu llevas la muerte y la sed. Me trajiste un millar de silencios en un mar de disculpas, me envolviste con perlas incendiarias y no supe qué responderte. Si sellar tus labios blancos con un beso, si correr y perderme en esta ciudad, si soñar en imposibles. Si, soñé en imposibles y callé. Quizás con eso hice bien, quizás con eso y nada más.

Autor: Felipe Guzmán B.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Sin Sentido

Hoy desgarré mis credos con palabras torcidas,
Rompí el silencio de la noche con veneno de mi alma.
Hoy grité suavemente toda mi ira,
Pero no dije nada en realidad.
Y me pregunto.
¿Qué es la amistad, si no es más que una ilusión?
¿Qué es la soledad, si no es más que nuestro estado más natural?
La felicidad es ficticia, una esperanza sin fundamento.
Ya abandoné a mis Dioses,
Ya te abandoné, amiga mía.
Te perdí sin desearlo,
Pero me alivia no verte,
Me calmó tu muerte injusta.
¿Qué tanto puede odiarse un hombre a sí mismo?
¿Es posible la autodestrucción?
¿Es un sueño nuestra vida?
No hay nada más real que el dolor,
Pero si lo real es el sufrimiento,
Y la angustia es mi condición,
¿Qué sentido tiene vivir?
¿Qué sentido tiene odiarte?
¿Para qué pensar en ti?
¡Mierda!
¿De qué me sirve soñar, si moriré de todas formas?
¡No! ¡Jamás!
¡De ninguna forma!
Solo vete.
Tu sombra me quema el pensamiento.
Mis lágrimas me pudren la piel.
La vida es demasiado triste.
La vida es demasiado amarga.
Y la luna está demasiado lejana,
Como para prometértela.

Autor: Felipe Guzmán B.

Muerte en las Torres - Parte 1

El enceguecedor resplandor del asfalto ante aquel foco nocturno perturbaba mi mirar. Esa joven prostituta yacía muerta en el piso mientras regaba con su sangre la calle, la cual se coagulaba ante el sofocante calor, esta escena dantesca era espectáculo glorioso para la morbosidad de las moscas que invadían el cadáver. 
En mis oídos truena el zumbido metálico del volta
je del sector de las torres de alta tensión. En mi mente un enjambre de abejas furiosas me invitan cordialmente a incorporarme en la seguridad de la demencia.

-Esto fue su culpa!

Sucumbo en sollozos ante su mirada vacía. El fenómeno post-mortem pesa angustioso en mi pecho, mientras el de ella yace inmóvil, luego de que su aliento pereciera ante el fatal abrazo de mis manos celosas.
Un ultimo beso previo al fatídico acontecimiento, ahora solo en mis labios permanece el sabor ácido que obtuvo tu lengua luego de años de cigarrillos baratos.
Tus ojos se llenaron del humo del tabaco sometido a la combustión. Ironías de la asfixia, mientras en mis oídos aquel zumbido infernal se manifestaba como profecía a mi fatal destino; promesas de electro-shock o justicia de sillas eléctricas. Mientras tu yaces muerta bajo aquellas torres de alta tensión que cargan con la justicia que caerá sobre mi cuerpo condenado.
Que en paz descanse y me otorgue su perdón aquella semilla de vuestro vientre, a quien osaste llamar hijo mio, sin escatimar el juicio de aquel dedo acusador y conyugal sobre la vida de estos dos amantes.
Los gritos sofocados de aquel nonato rompen mis tímpanos al grado que emito al cielo un aullido de dolor. Aquel llanto intrauterino no cesa jamas, al contrario se alza tornando cada vez mas ensordecedor.

Me invade el pánico ante esta invitación al testigo del espectáculo propio de mi miseria. 





FIN DE LA PRIMERA PARTE

Autor: Fernando Hormazabal B.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Rojo

Asco
Miles de mentes dopadas 
Se persignan ante un símbolo comunista
Discurso popular
Acontextuado
Caucasicos bajo marihuana
Fumando el manifiesto de Marx
Una mujer joven 
Llora de emoción
Ante un discurso de Allende
Su entrepierna empapada de placer
Seca el sudor de su frente
Con un dolar
Que devuelve a su billetera 
A manos de un artesano
Guardada en unos Levi's
De su cuello cuelga un cristo suicida
Que en un movimiento pendular 
Se pierde entre sus pechos salados
Huele a perfume
Cristo y Ruiz de la Praga
Incapaz de ocultar
Un par de pezones erectos

Autor: Fernando Hormazabal B.