miércoles, 12 de julio de 2017

Postal de la locura en plaza de armas

Una abuela sentada en plaza de armas
Mira a los transeúntes de soslayo.
Tiene arrugas, negras y rojas,
Que le parten la cara, la hacen espejo roto.
Cuando cree que nadie la está mirando
Se incorpora, gorda como una campana,
Y se para sobre la punta de sus pies.
Como rezando a lo alto estira sus brazos,
Desarmándose en reverencias y murmuraciones.
Entonces, doblada en toda su envergadura
Queda quieta como una tumba bajo el sol.
La gente a su alrededor finge no mirar,
Maravillados por su incomprensible ritual,
Pero la abuela no se da por enterada,
Sudando profusamente por sienes y axilas.
Después de unos instantes de perplejidad,
Como si olvidara lo que estaba haciendo,
Vuelve rápida y silenciosa a su posición inicial,
Y sentada nuevamente en su banca
Agarra una revista y empieza a saludar a las moscas.

Verano en Santiago.
Abuelita en plaza de armas.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Detestar

Los ciclistas odian a los autos,
Los conductores odian a los peatones,
Y por no ser menos, los peatones
Aborrecen a todas las bicicletas.

Nadie soporta a sus vecinos,
El odio corroe cada palabra
Porque en todos lados vemos
Nuestro propio torcido reflejo.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

miércoles, 5 de julio de 2017

Paraguas

Negros pajarracos abandonan
Sus cavernas subterráneas:
Comienzan las lluvias,
Y en bandadas salen
A gobernar Santiago
Los paraguas.

Con plumas negras
Que parecen más bien
Escamas de pescado,
Se posan desafiantes
Sobre las cabezas,
A picotear,
Farfullar,
¡A celebrar!
Que al fin son libres
De sus jaulas de madera.

Dan lo mismo los meses,
Poco importan los años,
Nacieron de las lágrimas
Imperecederas de la luna,
Y el tiempo no los toca.
No mueren, mas siempre
Esperan. Esperan. Esperan.

De modo que cuando regresan
Creen fielmente que es
Motivo de fiesta:
Cofradías y procesiones,
Danzando sus garras solitarias,
Gorjeando cada instante de humedad,
Se dirigen en todas direcciones,
Esparciendo su feliz sombra,
Virtud de sus alas entumidas.

No rehuyo su mirada,
Ni me escondo al ver
Su parsimonioso vuelo
(parsimonioso, sí).
Yo me uno a ellos,
Yo escribo estas líneas
Para luego transformarme
En un paraguas negro
Como la oscuridad misma.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

De las cunas y las fosas

¿Qué es una persona (una persona)
(qué es) sino un pájaro sin plumas?
Bailarines camino al sepulcro.

Falanges de sangre en la ceniza
     o carbón vegetal (vegetal)
          en la hoguera del tiempo.

La humanidad me parece
     una caja de herramientas
          (herramientas oxidadas).

La humanidad se asemeja
     a escofinas y martillos tiritando
          de amor y de frío por las noches.

¿A dónde iremos a parar? (¡!)
     Una vez se extinga el brasero
          ¿qué cerro nos ha de acunar?


Autor: Felipe Guzmán Bejarano