Los ciclistas odian a los autos,
Los conductores odian a los peatones,
Y por no ser menos, los peatones
Aborrecen a todas las bicicletas.
Nadie soporta a sus vecinos,
El odio corroe cada palabra
Porque en todos lados vemos
Nuestro propio torcido reflejo.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
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