miércoles, 5 de julio de 2017

Paraguas

Negros pajarracos abandonan
Sus cavernas subterráneas:
Comienzan las lluvias,
Y en bandadas salen
A gobernar Santiago
Los paraguas.

Con plumas negras
Que parecen más bien
Escamas de pescado,
Se posan desafiantes
Sobre las cabezas,
A picotear,
Farfullar,
¡A celebrar!
Que al fin son libres
De sus jaulas de madera.

Dan lo mismo los meses,
Poco importan los años,
Nacieron de las lágrimas
Imperecederas de la luna,
Y el tiempo no los toca.
No mueren, mas siempre
Esperan. Esperan. Esperan.

De modo que cuando regresan
Creen fielmente que es
Motivo de fiesta:
Cofradías y procesiones,
Danzando sus garras solitarias,
Gorjeando cada instante de humedad,
Se dirigen en todas direcciones,
Esparciendo su feliz sombra,
Virtud de sus alas entumidas.

No rehuyo su mirada,
Ni me escondo al ver
Su parsimonioso vuelo
(parsimonioso, sí).
Yo me uno a ellos,
Yo escribo estas líneas
Para luego transformarme
En un paraguas negro
Como la oscuridad misma.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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