lunes, 20 de junio de 2016

Tres Pensamientos

I

¡Cuánta maravilla abunda!
Me han enseñado el brillo
De unos ojos con gravedad propia,
Que arrastran el miedo y lo devoran,
E invitan al cariño a orbitarlos.
Unas chispas de oro desprenden,
¡Y encienden sueños como fuegos!
Sus pupilas tenían manos de viento,
Que acunaban mi alma en silencio,
¡Pero no era un secreto!
Ella, la portadora del calor,
¡Ella lo sabía!
Y le encantaba. Me encantaba.

II

¡Cuán asombrosa es!
Que estando quebrada
Se da por entera,
Que estando calmada
A mi me acelera,
Que sin ser mi amada
Me entrega su tierra.
Planto mi semilla en nosotros,
Tan deseoso de dar frutos y potros
A ella, mi amiga fiera.

¡Es como una quimera roja!
No la comprendo del todo,
Mas la conozco a la perfección.
Aprendí su manera y su modo,
Pero no adivino su curso de acción.
Impredecible, 
Pero de fácil lectura,
Prefiere el beso al vino irascible,
Disfruta las letras y la travesura.

III

¿Cómo puede ser?
Sabia hasta el punto de la trascendencia,
Pero con mucho camino por andar.
Generosa hasta la médula,
Se entrega en cada instante,
Aún cuando guarda el corazón.
Siempre está bajo control,
Sobre todo cuando se deja llevar
Por los torrentes del tiempo
Y del espacio
Y de la buena gente.
Está completa,
Aún cuando le faltan piezas de si misma.
Es todo un enigma,
Un rompecabezas hermoso,
El cual no estoy dispuesto a resolver
Mas sí a disfrutar.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

lunes, 13 de junio de 2016

Este Silencio Mata

Un mudo martillear
De culpas y penas
Ocupan el lugar
De mis latidos acá
Donde solía refugiarme
Me asfixia una cadena
De mentiras vueltas credo
Que rompe la esperanza
En pétalos de sangre hueca
A los pies del abismo
Ni luz ni sol ni bien
Estoy donde viene la muerte
A despedirse de los tristes
Los envuelve en sábanas
De una transparencia helada
Y el tacto último de su beso
En la nuca de los cadáveres
Es la señal de que acabó todo
- Aún cuando no ha empezado -
Un parpadeo de guadaña
Es todo lo que me aguarda
En este matadero de rodillas rotas

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

domingo, 12 de junio de 2016

Lilian

Delicada,
Chica de la caja torácica expuesta,
¿A dónde fuiste a parar?
Tus pequeños mechones de pelo
Que jugueteaban con tu rostro liso,
¿Se habrán ido a decorar otro cielo?
¿Y tu pecho de arrayán, dulce,
Con qué ideales estará comprometido?
La ausencia de tus ojos sinceros
Y la falta de tus palabras pacientes
Han puesto un peso en mi espalda
Más silencioso que la distancia,
Frío como una despedida descorazonada.

Sencilla,
Mujer de brazos invisibles,
¿A qué rincón te has ido a llorar?
Recuerdo muchos detalles,
Tantas anécdotas de tus amados perros,
Y todo el anhelo que hoy queda
Me hincha el corazón con congoja.
¿Qué habré de hacer sin tu cariño?
¿Cómo puedo seguir con mi vida
Si tu aliento dolido no está junto a mi?
¿En qué pedestal de huesos y lana
Podré apoyar mi cabeza vencida?
Me pregunto qué tan delgada andarás,
Si seguirás tan fantasmal como siempre,
Y si tus pómulos pesarán tanto como antes,
(lo mismo que una blanca flor blanca).

Fragante,
Tus rabias y risas refulgentes
Son aún motivo de mi asombro,
Y pese al paso del tiempo,
A los años de fuga inexorable,
Sigues presente en mi pensamiento
Bajo la forma de un venado de hielo
Que corretea en mis bosques internos.
¿Serás un espíritu del invierno?
Quisiera entender, amiga, lo que nos pasó,
¿Cómo fue que abandonamos el nido?
¿De dónde apareció la mano inmensa
Y grotesca del cruel olvido?


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

Ciclismo Primitivo

Silente como la noche misma,
Balanceo la fragilidad y la fuerza
En los dos pedales de mi bicicleta,
Fornico el viento desde mi sillín.
Invisible como una sombra,
Me deslizo cual suave cortina
Por entre la sangre y la madera,
Conjurando hechizos de arena
Que me dan alas de plomo y fuego.
Invoco a los demonios del averno
Cada vez que freno mi avalancha
Por culpa de un impúdico transeúnte.
Me consume el músculo cristalino
De mi azul bicicleta violadora,
Que con sus ruedas imaginarias
Quiebra en un largo llanto circular,
Con lágrimas espinosas y ortigas saladas.
Soy una llaga tambaleante,
Un vampiro con piernas de zancudo,
Soy muerte tras otra muerte tras otra muerte.
Y tras la muerte sólo queda la ceniza,
La pena, el deseo, y la llovizna.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

sábado, 11 de junio de 2016

Metamorfosis

"Germina la semilla como un despertar de consciencia,
Y tras la primera y nerviosa bocanada de aire,
Aprende que está viva, y se sabe dichosa."

Dios existe en el fuego,
En la llama que no quema,
Y en su forma de quimera blanca
Esparce lenguas de calor
Que envuelven a los desolados.
Este prodigio flamígero
No consume la mente de las zarzas,
Ni devora la madera de los cuerpos,
Pero convulsiona la materia
Y convierte en incandescencia el espíritu,
Iniciando una metamorfosis ardiente 
Que da alas de suspiro
Y antenas de sonrisa
A quien antes tuvo
Un corazón podrido.
El milagro se da en el amor,
En la escucha atenta y deleitosa,
Y la llamarada del cariño,
Que a su paso todo lo abrasa.
Es un beso que aleja a la muerte
De los confines del existir.
Es por obra y gracia del fuego
Que germina la semilla humana.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano