lunes, 20 de junio de 2016

Tres Pensamientos

I

¡Cuánta maravilla abunda!
Me han enseñado el brillo
De unos ojos con gravedad propia,
Que arrastran el miedo y lo devoran,
E invitan al cariño a orbitarlos.
Unas chispas de oro desprenden,
¡Y encienden sueños como fuegos!
Sus pupilas tenían manos de viento,
Que acunaban mi alma en silencio,
¡Pero no era un secreto!
Ella, la portadora del calor,
¡Ella lo sabía!
Y le encantaba. Me encantaba.

II

¡Cuán asombrosa es!
Que estando quebrada
Se da por entera,
Que estando calmada
A mi me acelera,
Que sin ser mi amada
Me entrega su tierra.
Planto mi semilla en nosotros,
Tan deseoso de dar frutos y potros
A ella, mi amiga fiera.

¡Es como una quimera roja!
No la comprendo del todo,
Mas la conozco a la perfección.
Aprendí su manera y su modo,
Pero no adivino su curso de acción.
Impredecible, 
Pero de fácil lectura,
Prefiere el beso al vino irascible,
Disfruta las letras y la travesura.

III

¿Cómo puede ser?
Sabia hasta el punto de la trascendencia,
Pero con mucho camino por andar.
Generosa hasta la médula,
Se entrega en cada instante,
Aún cuando guarda el corazón.
Siempre está bajo control,
Sobre todo cuando se deja llevar
Por los torrentes del tiempo
Y del espacio
Y de la buena gente.
Está completa,
Aún cuando le faltan piezas de si misma.
Es todo un enigma,
Un rompecabezas hermoso,
El cual no estoy dispuesto a resolver
Mas sí a disfrutar.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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