Un mudo martillear
De culpas y penas
Ocupan el lugar
De mis latidos acá
Donde solía refugiarme
Me asfixia una cadena
De mentiras vueltas credo
Que rompe la esperanza
En pétalos de sangre hueca
A los pies del abismo
Ni luz ni sol ni bien
Estoy donde viene la muerte
A despedirse de los tristes
Los envuelve en sábanas
De una transparencia helada
Y el tacto último de su beso
En la nuca de los cadáveres
Es la señal de que acabó todo
- Aún cuando no ha empezado -
Un parpadeo de guadaña
Es todo lo que me aguarda
En este matadero de rodillas rotas
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
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