martes, 18 de marzo de 2014

Imposible que me espante

Me has dado el regalo más fiero,
El don más costoso,
Aquél que más quiero.

Temblaste, tu voz se intensificó,
Cuando me hablaste del miedo,
Del temor que por años te mortificó.

Sin saberlo,
O quizás lo sabías muy bien,
Abriste una puerta en tu corazón,
Y una ventana en tu sien,
Para dejarme entrar,
Como viento de zafiro,
A conocer la fragilidad escondida
Que de ti querías alejar.

Ahora, que he visto lo ilegible,
Puedo decir con propiedad,
Con mi voz de sinceridad,
Que eres la mujer sensible,
Dulce y encantadora,
Que por dentro es nadadora,
Estrella y lucero brillante,
¡Imposible que me espante!

Si con esa risa andante,
Con tus intenciones tan bellas,
¡Imposible que me espante!


Autor: Felipe Guzmán Bejarano


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