Cada año se desarrolla en Chile el concurso "Santiago en Mil Palabras". Donde se invoca a la comunidad chilena a compilar microcuentos centrados en la temática de la vida urbana, la única condición es que estos deban tener 100 palabras o menos. De los varios que llegan se escogen algunos y se publican en un librito que luego es entregado al publico TOTALMENTE GRATIS (¿Que dedicado nuestro gobierno ah?). Ademas se entregas premios y menciones honrosas a los mejores cuentos.
En la ultima versión del concurso, participé con 3 cuentos de mi colección "Vocabulario Innecesario". Ninguno ganó (no fue sorpresa) y uno de ellos no he sido capaz de encontrarlo. Aquí les dejo los 2 que me quedan, y ojalá les sirva esto para motivarse a participar alguna vez.
Combustible
Bajaba por Tajamar y al llegar a la esquina con Encomenderos
me detuve, le dije por la ventanilla al joven que me atendió:
-Buenas tardes, por favor tenga la amabilidad de rellenar mi
estanque de combustible con la mezcla de hidrocarburos derivada del petróleo
correspondiente al octanaje de indicador 97.
El joven me miró, se froto los ojos con la yema de los
dedos, como si esto fuera una petición problemático que ya le había sucedido
varias veces en el día. Me respondió:
-Señor, esto es una licorería.
Datos Estadísticos Pedestres
La constante pendiente de 57 grados de Camino El Alba me
estaba cansando, llevaba 43 minutos subiéndola, y aun me quedaban 7 cuadras
para llegar a mi destino. En una ciudad de 5 millones de habitantes, apenas 238
personas fueron las que vi caminar en mi misma dirección ese día, aunque
debemos considerar el factor de los 34 grados centígrados que marcaba el
termómetro a esa hora específica. Dicho calor me sofocaba a tal punto de que
había notado una aceleración negativa en mi caminar, de mas o menos 58
centímetros por minuto. Pensé: Tanto número para tomar la micro.
Benjamín Cruz P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario