¿Cuántas canciones se escribirán sobre el silencio?
¿Qué será de las almas talladas del lapizlázuli?
Cuando se sienten a la mesa los caballeros grandes,
Y las espadas sean guardadas en baúles hondos,
¿Qué mentiras se dirán sobre sus hombros rectos?
¿Será la soledad la que gobierne sus armaduras vacías?
Y sus monturas, sus leales y blancos corceles,
¿A qué prados irán a pastar y a dormir?
Los molinos van a arrasar pueblos enteros a este paso.
No llores escudero, tu señor no ha muerto,
Sólo se ha perdido.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
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