jueves, 17 de julio de 2014

Balazos Líquidos

Va a ponerse a llover con furia, como si la tierra estuviera condenada a ahogarse en aguas heladas como puñales de destierro. Describirán círculos profundos las gotas esqueléticas al caer, y su repiqueteo será un campanazo terrible, un alarido de escorpiones venenosos. Los negros nubarrones actuarán como verdugos emplumados, serán cuervos delirantes que hallarán su regocijo en sus hachazos tenebrosos. Esta lluvia será tremenda, un bombardeo de espejos, y cada golpe de viento será una herida eróticamente articulada en la piel humana. Nótese que no he hablado de la muerte, y es que el temporal que se avecina será una pedrada de hielo, destinada a doler, desfigurar, mas no a acabar con su tortura. No, la lluvia sabe dónde pegar para hacer que brote el llanto más perversamente delicioso.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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