viernes, 6 de junio de 2014

Bailamos cual flor nocturna

Un cielo negro con olor a Junio,
Estrellas dibujando sarcófagos,
Serpientes y leones en Santiago.
Pero nada de esto nos toca,
El frío se escapa de mi corazón abierto,
Y las risas son nuestra respuesta
Al siseo insistente de los puñales del otoño.
Unas horas de felicidad
Es todo lo que construimos ayer
En la suavidad crepitante de la amistad.
Fuego sin quemaduras es lo que deja
La conversación embelesante con los amigos.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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