domingo, 8 de junio de 2014

El zapateo de los números

Vengan a bailar junto al uno,
¡Hermoso como él, ninguno!
La dulce Venus corrió llorando,
Al oler el hálito de un ebrio Neptuno.

Pero no comiencen con la tos,
¡Que ahorita mismo viene el dos!
Un día vi una mula pariendo,
Se enojó y me pegó una coz.

No se dejen engañar por el tres,
¡Escurridizo sólo como un pez!
Encontré bañándose a la mula,
Me gritó y me pegó otra vez.

Se viene un pequeño cuatro,
¡Chiquitito se ve el nuevo teatro!
Aunque a la mujer no la santifiquen,
Yo cada día voy y la idolatro.

Salta que salta el cinco,
¡Yo me le uno y brinco!
Un día insulté a un amigo,
Le dije que era ornitorrinco.

Llegó la hora, como todos veis,
¡De que baile sobre la mesa el seis!
Una vez me mordió un perro,
Y se me cayeron mis papitas lays.

Tengan bien agarrado al siete,
¡No se les vaya a ir por el retrete!
Tengan cuidado con sus dedos también,
No vaya a ser que una puerta se los apriete.

Ahora llega rodando bien lento el ocho,
¡Un tonto hizo vino con agua'el mapocho!
Me duele mucho, muchísimo la panza,
Creo que comí demasiado bizcocho.

Esto se termina pronto con el nueve,
¡Que si no del cielo nos caerá nieve!
Este poema es un baile sin sentido,
Que se queda quieto tanto como se mueve.

Te lo juro por el diez,
¡Pardiez!

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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