Tirando besos a los soles largos
Les gusta la caricia de luz buena
Gozan el roce suave de las lagartijas
Se acuestan sobre la tierra rojiza
A observar las estrellas invisibles
Que titilan chiquititas a lo lejos
Las roquitas no se esconden
Y beben la sal de los desiertos
Besan las flores aromáticas
Con sus labios de fina agua
Tienen orgasmos coloridos
Cuando el viento sopla en silencio
El nombre cálido de las cosas
Las roquitas lloran mariposas
Amarillas lágrimas voladoras
De las que sólo hay cien por año
Se dejan soñar alpacas polvorientas
Cuando corren por la cordillera
Enriquecen de vez en cuando
Al hombre que sonríe con el alma
Las roquitas nacieron del mar
Y adentro bullen con fuego del sur
Son niebla con forma de caracola
Joyas magnéticas con cuerpo de princesa
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
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