Sólo el amor mueve a quien ha escalado toda una vida,
Al contemplar las fosas de la furia de donde provenía,
A dar el salto final para sumergirse en las tinieblas.
Esos hombres saltan con los brazos vueltos alas,
Una sonrisa de acero que espanta los inviernos,
Y una determinación que es tanto dura como blanda.
Sólo el amor, o la ausencia de éste, invocan a la locura.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
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