domingo, 29 de abril de 2012

Ave Plateada


Cuando tocas una gaviota,
Puedes sentir el viento en tus alas;
Los segundos se hacen de arena;
Los recuerdos vuelan como olas.

Cuando tocas una gaviota,
Soles y nubes bañan tu espalda;
Tu mano de plumas flota al ritmo del viento;
Surgen cantos de conchas y esmeraldas.

Y bate sus alas tranquilo el tiempo,
Danza calmo con los botes pesqueros.
La gente ríe tranquila ante la luz del ocaso,
Ríen de tantas gaviotas, peces, luceros.

Cuando toqué una gaviota,
Una lagrima en mis ojos nació.
Cayó la noche sobre sus alas,
Y a su nido emplumado regresó.

Autor: Feliipe Guzmán


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