Un poco más, ya casi llegas junto a ella, la dulce melodía te
recuerda al hogar que dejaste atrás. Quieres una probada de esos labios
prohibidos, sus ojos azules se convierten en todo lo que ves. Su belleza
lo es todo, el todo es nada, lo tienes claro, una vez toques esos
labios, desaparecerás de la faz de la tierra.
Tus toscas manos trepan la roca y llegas junto a ella, una sonrisa
seductora forma en su rostro, acercas tu boca a la suya, la besas. “Sabe
a sal” piensas y abrazado a ella te pierdes en las profundidades del
mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario