Momo:
Debí haberlo sabido.
Tan pronto como llegaste te fuiste.
Dijiste que querías ir a cazar Auroras Boreales,
Y te fuiste.
Después de pensarlo, Momo,
Decidí ir a Nueva York.
Quizás, ahí alguien oyó hablar de tu pelo rojo,
De tu corazón de fuego,
O de tu belleza irreal, digna de seis canciones.
Y si nadie oyó de ti, entonces caminaré.
Así no tendré que subirme a esos aviones que tanto odias.
Por siempre tuyo:
Alejandro.
Autor: Felipe Guzmán B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario