Se abren los negros cielos
Y caen estrellas de tinta y anhelo.
La constelación del ángel
Que resucitó del demonio azul,
Es la nieve más clara
En los montes del firmamento.
Cascadas de pensamiento,
Como aureolas de plata y tul
Que circundan su hermosa cara
Con el brillo de un sentimiento.
Sonrisa de satisfacción,
Su espalda joven alzada.
Un sueño de predilección,
Buscando sus alas doradas.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
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