Ella era como cien teteras
Cocinilla del infierno
Sangre termal
Y magma de piel
Escapaba el calor por todos sus poros
Quemaba al tacto
Con una mezcla de delicia
E incendio del horror
Era fuego incandescente
Pero por sobre todo
Era una desconocida
Hasta para ella misma
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
No hay comentarios:
Publicar un comentario