viernes, 23 de septiembre de 2016

Restos Fosilizados

Hace unas décadas ya que los científicos
Descubrieron la verdad tras la extinción
De los legendarios dinosaurios.
"Los dinosaurios no se extinguieron,
Fueron extinguidos", afirman los entendidos.
¿Quiénes le dieron fin?
Los hombres de la fe explican lo sucedido:
"Dios, en su Santísima Trinidad,
¡Estaba hasta la coronilla con los dinosaurios!"
Efectivamente, los hechos parecen indicar
Que para finales del cretácico
Estos lagartos gigantes se hallaban inmersos
En un círculo de decadencia sin igual.
"Faldas cortas, prácticas abortivas,
No dar el diezmo,
Amar su tierra más que al Santo Padre,
¡Eso fue lo que condenó al infierno
A esos bicharracos de Belcebú!"
Fue el argumento que entregó a la prensa
El Papa en una entrevista reciente.
Pero el Padre Creador fue piadoso,
Y quiso darles una oportunidad
A los anárquicos dinosaurios:
Les envió un mesías emplumado,
Que proclamaba la existencia de un cielo
Y una vida alterna y eterna en lo alto.
No demoraron los dinosaurios
En apedrear al palomo mensajero,
Derribando al Avión-Dios con herejía y metralla.
Herido su enviado, el Altísimo,
(Que para ese entonces no podía ver
Ni en la sopa a esos armatostes escamosos)
De un sólo movimiento de dedo,
Barrió el piso con los dinosaurios:
¡Dejó la crema, la media tendalada!
Fuego inquisidor por ahí,
Un poco de justicia divina por allá,
Y ya había acabado.
Ni carne, ni ojos, ni falda, ni abortos,
Ni alma,
De los dinosaurios no quedaba ya nada,
Salvo unos cuantos huesos chamuscados,
Enterrados a medias,
Que serían lo que, millones de años después,
Nuestros renombrados arqueólogos llamarían
Restos fosilizados.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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