martes, 27 de octubre de 2015

Violada

El pequeño peluche de osito
Decapitado bajo su cama,
Sus huellas digitales esparcidas
Por toda la mente de "su dama".
El agarre invisible de sus manos
Como tentáculos de horror,
El sexo como una prisión,
Un quiebre, tortura, infección.
Violarla fue torcer su corazón
Al apretarle la ingle y el cuello.
¿Quien pensaría que es bello?
Él quiere poseer su piel liviana,
Ella espera morir pronto,
Antes de que llegue el mañana.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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