lunes, 26 de octubre de 2015

La calma durante la tormenta

¿Quienes son,
ustedes,
los que lloran
dentro de la tormenta?

Sepan que sus letanías
son como granizo,
blanco,
frío,
la cuchilla del hielo.

Entre tanto grito,
y muerte
de tanto pájaro,
aquí, ahora, soy
la piedra.
La fuerte,
la de raíces minerales.

Los vientos
amargos del infierno
podrán llevar consigo
cuanta peste quieran,
pero no enfermaré.

Las nubes y sus
alaridos
podrán convocar
al terrible trueno,
pero no temeré.

Les digo que
soy la piedra.
Extenderé mis
treinta brazos largos
más allá del horizonte,
y con mis manos
callosas
henderé la noche
y haré el sol.

Y con mis
doce brazos cortos
sostendré a mis amigas
y a mis hermanos,
para darles asilo
entre mis pedregosas
alas de madera.

Si no pueden
entender que
mi ancla
es mi corazón,
será mejor
que den media vuelta entera,
¡y que salgan
de mi vista,
queltehues delirantes!


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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