Si la vida es trabajar
Hasta moler los huesos,
Codiciar hasta pudrir el alma,
Y odiar hasta borrar los rostros;
Si la vida es una canción triste
Y dolorosa como la misma muerte,
Entonces me alegra decir
Que no tengo dedos para el piano,
¡Y que no tocaré esta melodía
Ni aunque me apunten con cañones!
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
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