miércoles, 8 de marzo de 2017

Mamotreto

No se esfuercen por entenderme.
No lograrán nada, les digo, nada.
Ni yo mismo sé qué diablo soy.

A veces me levanto por las mañanas
Sin brazos ni piernas ni boca ni sed.
¡Ni deseos sexuales tengo!

Pero hay veces en que ardo por dentro
Con la furia de treinta y tres desiertos.
Bomberos han tratado de extinguirme,
Sin éxito alguno, como pueden ver.

De noche soy un científico desquiciado.
Vago por los laberintos del alma
Sorbiendo leche mezclada con sangre
E inoculando semen en huevos de gallina.

Hay ocasiones divinas, gloriosas,
En que mi pecho se expande
Y cuelga como frutas maduras,
Mientras busco niños para amamantar.

Y cuando se acerca el invierno,
Mi piel se hace piedra, mi mirada granito,
Y mi escroto desaparece por completo.
¡Se me cae el pene, incluso!

De mi pelo han crecido flores,
Chinches, luces de navidad,
Naipes y palos de escoba.

Aborrezco el sol, imperecedero.
La luna, cambiante, dulce,
Esa es mi madre verdadera,
Y yo soy su falso vástago.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

No hay comentarios:

Publicar un comentario