domingo, 26 de febrero de 2017

Śiva

El fiero y ardiente Kama
Lo está haciendo de nuevo.
No se cansa de apuntarme
Con su arco de flores y abejas.
¡Kama, que no es más
Que un pájaro sin cuerpo!

Son tantos y tan fragantes disparos
Que mi mente se aleja del control.
Mi tercer ojo amenaza con abrirse
De golpe. Violentamente índigo.
¡Pronto el mundo no será
Más que un puñado de cenizas!

Sólo mi tridente sobrevivirá
A la destrucción atemporal
Provocada por la medialuna
Despertada por el necio de Kama.
Volveré entonces a la meditación,
Al descanso sereno y divino.


Autor: Felipe Guzmán Bejarano

No hay comentarios:

Publicar un comentario