Nadie sabe cuánto dura una marraqueta,
Ni del tamaño ni del espacio se sabe.
¿Cuántos besos hay en su miga?
¿Dónde empieza el pan y termina el deseo?
Morirán las ciudades, las provincias,
La cordillera misma con su nieve,
Antes de que se descifre el braille
De sus abundantes cortezas cóncavas
Y su generoso aroma a mesa familiar.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
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