martes, 22 de diciembre de 2015

Lobos

Evité escribir por varias semanas,
Escapando de palabras tormentosas
Que rondaban como lobos por mi mente.
Idiota fui, que olvidé lo obvio:
Cuando no se escribe poesía,
Se vive la poesía.

Perdí mi esencia en esos días,
Olvidé cómo tener gravedad,
Dejé de respirar el mismo aire que los demás.
Cuando no se escribe poesía,
Se sangran los versos.

Los lobos me acechaban por la noche,
Me acosaban durante el día,
Invadían mis sueños y los tornaban espinas.
Cuando no se escribe poesía,
Se lloran las rimas.

Subí de peso, bajé banderas,
Caí en remolinos de desesperanza
Y quebré mi nariz más de lo debido.
Cuando no se escribe poesía,
Se muere la poesía.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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