Nunca ignores esta ley natural.
Tomemos por ejemplo la lluvia,
Enviada a nosotros por los fantasmas del pasado:
Los vivos ya pagaron el precio de la lluvia,
Pájaros, vagabundos, cayeron por el bien mayor;
Podemos disfrutar del espectáculo,
De la helada pirotecnia invisible,
Los muertos no cobrarán más por su favor.
Se tiende a olvidar el pacto tácito e irrompible
Del ojo por ojo, diente por diente, vida por vida.
Y así muchos viajan por el espaciotiempo,
Sin dar las gracias, sin ver a los otros,
Dilatando neciamente su inevitable fin.
Egoísta, usted que consume y destruye,
Egoísta se muere.
Autor: Felipe Guzmán Bejarano
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