lunes, 11 de noviembre de 2013

La pequeña maldición del amanecer diário

Un cigarro con aroma a silencio,
Y el amanecer triste en mi ventana.
Las sábanas deshechas,
Las cortinas a medio abrir,
Y en la almohada pintan
Mis lágrimas la soledad.

El café amargo,
El pan caliente.
El asiento junto a mí vacío,
La llovizna golpeteando en mi alma.

Me ducho, me visto,
Me peino, me afeito y lavo la cara.
Salgo a la calle y el viento
Susurra tu nombre a lo lejos.

Sin ti, los días se suceden
Iguales unos a otros.
En tu ausencia, las noches
Ya no son noches, sólo sombras
Sin figura ni fondo,
Sin sentido ni dirección,
Sin luna ni estrellas ni sueño feliz.

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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