domingo, 27 de octubre de 2013

De la falta de Tiempo

Encontré esto que escribí hace unos años.

Erase una vez que mi mundo estabainun dado, los perros nocomían y los viejosno morían, porque querían hacer otras cosas de provecho consusvi das. Los niños nonací an yla nochedura ba másquel día. Cuando fui aver aun amigo, este seque dóconmigo, pero a las 3 de lamaña na no quería dormir, no quería dormir y seque dóconmigo, para no gastar la vida. Otro día se me ocurrió mirarmi reloj, y este se hallaba roto, descom puesto ya ñejado: ¡El tiempo lo había explotado! Y pensé que así como conlosár boles y la tierra, el ganado y los o cea nos, el hombre ha bialar gado tanto el tiempo, que ya noquedabaniunminutopara nadie. La luz siempre estaba encendida, y lasmira das se hallaban perdidas. Los jardines parecían selvas ynilos edificios se asomaban por entre la mal ezaolvi dada.

Y Colorín colorado…

(Terminen ustedes la frase, no tengo tiempopa raseguir escri biendo).

Autor: Felipe Guzmán Bejarano

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